Seehofer abandona la presidencia de la CSU bávara

patricia baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MATTHIAS RIETSCHEL | Reuters

El socio más a la derecha de Merkel y el que más quebraderos de cabeza le ha dado, con sus repetidas amenazas para exigir un endurecimiento del asilo, ha pagado cara la pérdida de la mayoría absoluta en su bastión

13 nov 2018 . Actualizado a las 08:03 h.

«Hasta el último cartucho». Así se refiría este lunes el semanario Der Spiegel al anuncio de Horst Seehofer de abandonar la presidencia de la CSU bávara, formación hermanada con la CDU que dirige Angela Merkel, a principios del 2019. El socio más a la derecha de la canciller en el Gobierno y el que más quebraderos de cabeza le ha dado, con sus repetidas amenazas para exigir un endurecimiento del asilo, ha pagado cara la pérdida de la mayoría absoluta en su bastión por antonomasia, Baviera, en las elecciones del 14 de octubre.

La crisis de la CSU data precisamente del momento en que Seehofer, en un intento de virar a la derecha para arrebatar votantes a los ultras de AfD, empezó a hacerse eco de su discurso xenófobo y a criticar la política migratoria de Merkel. El tiro le ha salido por la culata pues, al final, el electorado siempre prefiere el original que la copia.

«Dejaré la presidencia de la CSU, la decisión está tomada», afirmó ayer al tiempo que agradecía los diez años durante los que ha ejercido un cargo que consideró «emocionante y sustancioso». «Los cambios forman parte de la vida», argumentó Seehofer, quien ya en junio amagó con renunciar, si Merkel no ponía en marcha las expulsiones de refugiados en la frontera y reducía el número de llegadas al país. Especialmente teniendo en cuenta que Baviera es uno de los estados federados que más extranjeros ha recibido desde 2015.

No obstante, y para sorpresa de todos, Seehofer no piensa dejar su puesto como titular de Interior, pese a que el domingo por la noche varios medios publicaban que había informado a la dirección del partido de que renunciaría a sus dos cargos. «Soy ministro y seguiré desempeñándome como tal», subrayó, para acto seguido añadir: «No dije nada tras la reunión».

Esto desencadenó una avalancha de reacciones. Desde la oposición le piden que deje su puesto en el Ejecutivo tras tantas idas y venidas. Al contrario de lo que desean la CDU y el SPD, que son conscientes de que un nuevo titular de Interior podría desestabilizar aún más su de por sí frágil alianza de Gobierno con la CSU.

Las luchas de poder, unidas a la crisis del bipartidismo y el repunte de la ultraderecha, también le han pasado factura a Merkel. Solo un día después de que la CDU perdiera diez puntos en los comicios regionales de Hesse, la canciller comunicó que abandonará el partido que preside desde 2000 cuando finalice la legislatura en 2021. Ahora su formación hermana deberá elegir al sucesor de Seehofer en un congreso extraordinario a principios de 2019.

Un sector del SPD cree que la gran coalición no pasará del 2019

Ya durante la última campaña electoral fue uno de los críticos más feroces de repetir la gran coalición de su partido con Angela Merkel. Durante la consulta que hizo su partido sobre el pacto encabezó la resistencia a reeditarlo y ahora pone en duda que la experiencia pueda durar. El líder de las juventudes socialdemócratas, Kevin Kuehnert, aseguró ayer que no cree que el Gobierno aguante sin romperse todo el año 2019. Según dijo, el SPD va a seguir de cerca todo lo que suceda cuando la canciller deje el liderazgo de su partido en diciembre. «El año próximo está lleno de elecciones y acontecimientos políticos que tendrán gran impacto», afirmó. «Difícilmente puedo imaginar que seguimos juntos todo el año. Tenemos que emplear nuestro tiempo para preparar las elecciones anticipadas».