La ultraderecha alemana fracasa en el intento de lograr su primera alcaldía

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

El candidato a la alcaldía por AfD, Sebastian Wippel, tras conocerse los primeros resultados
El candidato a la alcaldía por AfD, Sebastian Wippel, tras conocerse los primeros resultados FILIP SINGER | EFE

El candidato de la CDU consigue la victoria en Görlitz después de que el resto de partidos retirara a sus candidatos para hacer un frente común contra la AfD

17 jun 2019 . Actualizado a las 16:25 h.

Los populistas y ultraderechistas de la Alternativa para Alemania (AfD) fracasaron el pasado domingo en el intento de hacerse con su primera alcaldía en una ciudad germana. Su candidato, el comisario de policía Sebastian Wippel, claro ganador de la primera vuelta de los comicios directos a burgomaestre en la localidad sajona de Görlitz, no logró su objetivo. Lo impidió una inusual alianza a la que se sumaron el resto de las fuerzas políticas de la ciudad, desde la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) al partido de La Izquierda, junto a socialdemócratas, liberales y verdes. Todos retiraron a sus propios candidatos para apoyar y pedir el voto para el que había quedado segundo en la primera votación, el conservador Octavian Ursu, un solista de trompeta de origen rumano que se vio convertido en el ariete común para acabar con la amenaza ultra.

Ursu obtuvo el 55,2 % de los votos, frente al 44,8 % de Wippel, que había hecho una campaña del miedo contra los migrantes y refugiados, y prometido, en plan sheriff, defender la ley y el orden. La participación fue del 56 %, casi tres puntos menos que en la primera vuelta. «Me alegro», dijo Ursu en una primera reacción tras anunciarse el resultado final, en la que se comprometió a buscar el acercamiento a «aquellos que no me han votado». El intento fallido de AfD para lograr su primer alcalde en una ciudad alemana confirma el aislamiento total de la formación frente al resto de las fuerzas políticas en este país, que mantienen un acuerdo tácito para impedir que el partido ultranacionalista y euroescéptico logre cualquier forma de poder a nivel municipal, regional o nacional. «No ha sido una elección por la CDU, sino contra el candidato de AfD», dijo visiblemente irritado Sebastian Wippel, quien acusó a los cristianodemócratas de «colaborar con cualquiera, también con extremistas de izquierda» para frustrar el triunfo de la Alternativa para Alemania. Igualmente criticó a la prensa local de hacer campaña en su contra y acusó a sus rivales políticos de difamación. Jörg Urban, presidente de AfD en Sajonia, afirmó que «si la democracia funcionara como debe ser, Wippel sería ahora el alcalde, ya que ganó claramente en la primera vuelta».

Prueba para las legislativas

El resultado de Görlitz supone además un alivio para los empresarios de la localidad más oriental de Alemania, que tratan de impulsar el turismo en una ciudad con una riqueza arquitectónica inusual y edificios con más de 500 años de antigüedad que ofrecen una visión que abarca todos los estilos, desde el gótico al modernismo, pasando por el renacimiento y el barroco. La elección del alcalde en la localidad situada al borde del río Neisse y en el triángulo fronterizo que forman Alemania, Polonia y República Checa había despertado un gran interés internacional, sobre todo en el mundillo cinematográfico. Actores, realizadores y productores de Hollywood habían hecho un llamamiento a los ciudadanos de Görlitz para que reflexionaran antes de ejercer su derecho de voto.

«No os dejéis llevar por el odio y la hostilidad, la discordia y la marginación», advertía el llamamiento iniciado por Michael Simon de Normier, coproductor de la película The Reader, rodada en Görlitz, al igual que más de un centenar de filmes, algunos internacionalmente conocidos como Malditos bastardos, The monuments men o The Grand Budapest Hotel.

La elección del alcalde de Görlitz es considerada una prueba para los comicios legislativos de Sajonia que se celebrarán el 1 de septiembre. El sondeo más reciente, publicado por el instituto demoscópico INSA, sitúa por primera vez en cabeza a la populista Alternativa para Alemania con un 25 % de sufragios potenciales, un punto más que la Unión Cristianodemócrata de la canciller federal, Angela Merkel, que lleva gobernando ininterrumpidamente esa región desde la reunificación alemana hace casi treinta años. La Izquierda y Los Verdes obtendrían en ambos casos un 16 % de votos, mientras los socialdemócratas solo un 7 % y los liberales un 6 %.