Una luchadora «intrépida» curtida en derribar barreras

i. ugalde MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

ETIENNE LAURENT | EFE

Kamala Harris ha sido elegida por Biden para convertirse en su vicepresidencia si gana en noviembre

12 ago 2020 . Actualizado a las 23:34 h.

Si algo caracteriza a Kamala Harris desde sus inicios es su capacidad de derribar barreras y ser «una intrépida luchadora», como la definió el propio Joe Biden al presentarla el martes como su candidata a ocupar la vicepresidencia de Estados Unidos. Hija de india y jamaicano, encarna a una prometedora generación que ha sabido labrarse un futuro fulgurante por méritos propios.

Antes de convertirse en la primera afroamericana en aspirar a la vicepresidencia de la Casa Blanca, Harris ya había roto muchos techos de cristal. Fue la primera mujer con raíces en el sur de Asia en llegar al Senado en el 2016 y la primera afroamericana en dirigir los servicios judiciales de California al convertirse en la fiscal general del estado más poblado del país. «Mi madre a menudo me decía: Kamala, tal vez seas la primera en lograr muchas cosas. Asegúrate de no ser la última», recordaba con nostalgia durante las primarias demócratas, a finales del 2019.

Harris creció en Oakland, en la California progresista de los sesenta, y vivió con orgullo la lucha por los derechos civiles protagonizadas por sus padres. Esas enseñanzas de las que se nutrió explican su apuesta por la mano dura contra el crimen y contra el «racismo sistémico» que denunció tras el asesinato de George Floyd en mayo. Al calor del movimiento Black Lives Matter, Harris no dudó en salir a las calles de Washington con los manifestantes para condenar la discriminación.

Tándem perfecto

A sus 55 años, se le considera una apuesta segura para Biden, de 77, la compañera perfecta para arrebatar la Casa Blanca a Trump el 3 de noviembre. Y todo pese a que en junio del 2019 atacó con virulencia a Biden durante el primer debate del partido, cuestionando sus posiciones sobre políticas para acabar con la segregación racial en la década de 1970.

Casada y madre de dos hijos, Harris enterró poco después el hacha de guerra y mostró al candidato demócrata, al que conoce muy bien, su apoyo sin fisuras en marzo. Muchos creen que será Harris la auténtica guerrera que desafíe a Trump, quien el martes la calificó de «desagradable». «Es la más mala, la más horrible, la más irrespetuosa de todos en el Senado», afirmó.

El ímpetu y el vigor de sus discursos, sin duda, equilibrará el tono más sosegado y pausado de Biden, que, de convertirse en presidente, acabaría su mandato con más de 80 años y la dejaría como la mejor situada para dirigir la Casa Blanca.