El izquierdista Castillo gana con el 100 % escrutado pero deberá esperar a las impugnaciones

Hector Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Pedro Castillo, con su familia el pasado 6 de junio
Pedro Castillo, con su familia el pasado 6 de junio ALESSANDRO CINQUE

Máxima tensión en un Perú al rojo vivo, donde incluso suenan ruido de sables

16 jun 2021 . Actualizado a las 21:47 h.

Pedro Castillo se presentó el martes como ganador de las elecciones peruanas, aunque aún no ha sido proclamado oficialmente por las autoridades electorales, que resuelven estos días las centenares de peticiones de anulación de votos solicitadas por su rival, Keiko Fujimori, que denuncia fraude en un país al rojo vivo, y donde incluso suena ruido de sables.

«Hoy más que nunca, el pueblo peruano ha levantado la cabeza para decir democráticamente que vamos a salvar esta patria», dijo el profesor y sindicalista ultraizquierdista, desde un balcón, a centenares de seguidores que se concentran frente a la sede de su partido, Perú Libre, en Lima.

Castillo lidera el recuento con 44.058 votos de ventaja sobre Fujimori, con el 100 % de las actas escrutadas, aunque faltan por resolverse las apelaciones sobre algunos de los registros impugnados, y también los 800 pedidos de nulidad reclamados por la líder ultraderechista, que podrían llegar a afectar hasta a 200.000 votos.

La mayoría de esas peticiones han sido desestimadas ya en primera instancia, por falta de pruebas. Los abogados de Fujimori esgrimen, en la mayoría de casos, que existen diferencias entre las firmas que aparecen en las actas y las que están registradas en los DNI de los firmantes, una situación que los jurados especiales no ven como motivo suficiente para anular los votos.

Será el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) quien decidirá, en segunda instancia, sobre cada uno de los casos, un proceso que se dilatará todavía unos días.

«Confiamos en los órganos electorales, pero, sobre todo, en la voluntad popular. Sabemos que cuando analicen esas irregularidades, lo más probable es que nos den la razón», señaló Fujimori ante sus seguidores, concentrados en Lima, cuando conoció el resultado.

Tanto el órgano electoral peruano (ONPE), como los observadores internacionales, entre los que se incluye la Organización de Estados Americanos (OEA), han descartado que se haya producido un fraude significativo.

El país, de hecho, ya vivió un recuento igualmente ajustado y desfavorable para Fujimori en el 2016, cuando la ultraderechista perdió por 41.057 votos ante Pedro Pablo Kuczynski.

La tensión es máxima. Varios exmilitares firmaron, el pasado lunes, un comunicado en el que señalaban un proceso electoral «poco transparente, irregular, y pasible de fraude».

«Nuevas elecciones con auditores internacionales durante todo el proceso. Nuestro sistema electoral ha sido vulnerado por dentro y por fuera, ya no brinda confianza», señaló el congresista electo Jorge Montoya, uno de los exmilitares firmantes de la carta, ante la desestimación de las denuncias de Fujimori.