Johnson aspira a que los británicos se olviden del Partygate con nuevas ayudas

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Boris Johnson, en Downing Street
Boris Johnson, en Downing Street Matt Dunham | REUTERS

Cada familia recibirá 400 libras para afrontar la subida de la luz y se impondrá un impuesto del 25 % a las petroleras por las ganancias extraordinarias de los últimos meses

26 may 2022 . Actualizado a las 21:05 h.

Boris Johnson quiere que los británicos dejen atrás el Partygate y para enterrarlo ha decidido utilizar toneladas y toneladas de billetes. El Gobierno británico ha anunciado este miércoles que destinará 15.000 millones de libras (17.611 millones de euros) para ayudar a las familias a capear la crisis inflacionaria que vive el país y, sobre todo, la histórica alza de la factura de la luz. La decisión se ha hecho pública menos de 24 horas después de que se difundiera el duro informe final sobre las fiestas ilegales en Downing Street durante los confinamientos contra el covid-19 y en el que se acusa a «los más altos niveles» del Ejecutivo de orquestarlas y se les pide que asuman «la responsabilidad» de lo ocurrido.

«Ayudar a las personas que enfrentan duros momentos debido a la subida sin precedentes de los precios es lo correcto», declaró el ministro de Economía, Rishi Sunak, quien anunció en la Cámara de los Comunes que todos los hogares recibirán un descuento de 400 libras (469 euros) en su recibo de la luz y de la calefacción, mientras que en aquellas familias con los ingresos más bajos la cifra llegará hasta las 650 libras (763 euros) y a los pensionistas les tocará una paga adicional de 300 libras (352 euros).

Para financiar el plan, Sunak anunció que el Gobierno impondrá, de manera temporal, un impuesto del 25 % a las petroleras y demás empresas de energía por las ganancias «súbitas» o «extraordinarias» que han recibido en los últimos meses, debido al aumento del precio internacional de los hidrocarburos. La aprobación de este tributo, con el que las autoridades aspiran a recaudar 5.000 millones de libras (5.800 millones de euros), ha sorprendido porque tanto el ministro como el premier se mostraron contrarios a la medida en reiteradas ocasiones, bajo la excusa de que «ahuyentaría inversiones» en el mar Negro.

Esta misma semana la Agencia británica del Mercado de la Energía (Ofgem) anunció que para octubre el precio de la luz subirá 800 libras al año (939 euros), con lo cual casi se habrá duplicado para finales del 2022.

¿Cortina de humo?

Sunak negó que el plan forme parte de una estrategia del Gobierno para distraer la atención del Partygate. «Sabemos que no estamos resolviendo todos los problemas ni para todos. Ningún Gobierno podría hacerlo, pero esperamos que la gente cuando escuche lo que estamos haciendo y a los millones que estamos ayudando sienta que algunas cargas se han levantado y que sepan que este Gobierno está con ellos», dijo.

La oposición laborista, que lleva cinco meses demandando medidas similares, saludó que el ministro «haya entrado en razón», aunque criticó que la medida se haya demorado tanto.

Desde el Instituto de Estudios Fiscales (IFS, por sus siglas en inglés) aprobaron el nuevo paquete de ayudas y el nuevo impuesto. «Es una iniciativa altamente redistributiva, porque golpeará los bolsillos de los más ricos para darle a los más pobres», afirmó el director del organismo, Paul Johnson, en declaraciones a la BBC.

Aunque la noticia de las ayudas centró la atención de todos los medios, no sirvió para sepultar el Partygate. Así cuatro nuevos diputados conservadores, entre ellos el exministro de Salud, Stephen Hammond, anunciaron que enviaron cartas pidiendo someter a Johnson a una moción de no confianza (censura).