Borne lanza guiños a derecha e izquierda para tratar de sacar adelante su plan de Gobierno en Francia

asunción serena PARÍS / E. LA VOZ

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BENOIT TESSIER | REUTERS

La izquierda presenta una moción de censura contra la primera ministra gala

07 jul 2022 . Actualizado a las 11:21 h.

La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, ha presentado ante la Asamblea su programa de Gobierno, tras su fracaso para intentar convencer a la oposición de formar un Ejecutivo de coalición. Durante hora y media expuso su hoja de ruta entre los aplausos de su partido y los abucheos de la izquierda.

Como carece de mayoría para gobernar, Elisabeth Borne deberá contar con el apoyo de otras fuerzas para sacar adelante cada reforma. Por eso insistió en que quiere elaborar «compromisos» con la oposición, a la que recordó que ha llegado la hora de «asumir colectivamente» sus respectivas responsabilidades.

Pero no cuenta con todos. A lo largo de su discurso, Borne pronunció el nombre de cada uno de los presidentes de grupo parlamentario, excepto los de Marine Le Pen (Reagrupación Nacional) y Mathilde Panot (La Francia Insumisa), marcando así los límites de esa mano tendida a la oposición.

En cualquier caso, la primera ministra se mostró convencida de que a pesar de que solo dispone de «mayoría relativa» para gobernar, esta «no es ni será sinónimo de acción relativa».

Borne desgranó los puntos fuertes de su programa en los que fue contentando a izquierdas y derechas. En primer lugar, el poder adquisitivo, para lo que propondrá un techo de tarifas de gas y electricidad, y la revalorización de las pensiones y las ayudas sociales, entre otras medidas. En lo económico, quiere reducir el déficit por debajo del 3 % en el 2027, y descartó subidas de impuestos. También prometió el pleno empleo, y confirmó que habrá que trabajar más tiempo, y habló de poner en marcha una «radicalidad ecológica» que pasará por la renacionalización de EDF, la compañía eléctrica de Francia.

Borne no quiso que su discurso de política general fuera seguido de un voto de confianza. De hecho, nada la obligaba, pero Juntos, la alianza de los suyos, solo tiene 245 diputados y el riesgo de quedar en minoría era grande.

Ante su negativa, los cuatro partidos que componen la Nupes (socialistas, ecologistas, comunistas e insumisos) decidieron presentar una moción de censura sin siquiera esperar a oír qué iba a decir la primera ministra en su discurso.

La moción de censura es un instrumento que los diputados pueden utilizar para mostrar su desaprobación al Gobierno. Pero para que salga adelante y provocar la dimisión de la primera ministra, necesitan el voto de la mayoría absoluta de la Asamblea, es decir, el voto a favor de 289 diputados. La Nupes solo cuenta con 133 escaños y tanto la derecha como la extrema derecha ya les han dicho que no van a acompañarlos en esta aventura.

El fracaso anunciado de la moción de censura no ha frenado a la coalición de las izquierdas, porque esta medida les permite aparecer como principal fuerza de oposición, en lugar de la Reagrupación de Marine Le Pen, que es el partido mayoritario en la Asamblea. Y parece que están logrando su objetivo porque este miércoles Borne pronunció su discurso dirigiéndose casi en exclusiva al ala izquierda del hemiciclo.