Ribeira Sacra encara la vendimia más madrugadora de su historia

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

Sílice Viticultores abre este sábado la recogida de la uva en dos viñas de Amandi

15 ago 2017 . Actualizado a las 21:22 h.

Tal día como hoy del pasado año, el pedrisco se llevó por delante 400.000 kilos de uva en la ribera de Doade. Los viticultores de la subzona de Amandi, a la que pertenecen las viñas afectadas por aquella granizada, miran estos días de reojo para el cielo cada vez que asoma una nube. Su inquietud parece más justificada que nunca. Si todo va bien, antes de una semana habrá uvas a salvo de posibles tormentas. En pleno mes de agosto, arrancarán las primeras fermentaciones al abrigo de las bodegas. Sílice Viticultores abrirá el próximo sábado la vendimia en las parcelas de As Lobeiras (Barantes) y Meixemán (Doade).

Por decisión de la bodega, los vinos de Sílice Viticultores no se someten a la certificación del consejo regulador de Ribeira Sacra. Los viñedos de los que procede la uva, sin embargo, forman parte de la denominación de origen y están inscritas en ella. No suelen hacer la vendimia de una sola vez, y creen que este año existen razones de sobra para mantener este criterio.

«Vamos a empezar por el merenzao y la mencía que esté bien madura. El resto se irá recogiendo en sucesivas pasadas y el brancellao queda para el final» explica Carlos Rodríguez, impulsor, junto con su hermano Juan Manuel y el enólogo Fredi Torres, de Sílice Viticultores.

Las fuertes heladas que se registraron a comienzos de mayo condicionaron el ritmo de maduración incluso en las viñas que consiguieron salvar la mayor parte de la cosecha. Las uvas no llegaron en muchos casos de forma pareja al envero, momento en el que cogen color y que marca la cuenta atrás para la vendimia. Esa disparidad implica que tampoco estarán listas para ser recogidas al mismo tiempo. Enólogos y bodegueros coinciden en señalar que «lo ideal» sería una vendimia en varias pasadas. Pero muy pocos están dispuestos a asumir el sobrecoste que implica este sistema.

Los vinos de Sílice Viticultores se mueven en una gama de precios media-alta, que facilita que se pueda seguir esa pauta en la recolección de la uva. «Cada sitio tiene un ritmo de maduración, incluso hay diferencias dentro de una misma viña. Este año posiblemente sean más acusadas», señala Carlos Rodríguez. A estas alturas, tienen claro que hay uva que no puede esperar. «Como dice nuestro enólogo, está al dente», apunta el bodeguero.