El testimonio de la Guardia Civil será clave en el caso de las vacas de Axulfe

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

GUARDIA CIVIL

La Fiscalía pide que declaren los agentes que elaboraron el atestado

16 ago 2017 . Actualizado a las 12:33 h.

Los agentes de la Guardia Civil que firmaron el atestado del caso de la granja de Chantada en la que en abril del año pasado aparecieron 39 reses muertas y dos docenas más desnutridas declararán en septiembre en el juzgado que investiga lo ocurrido. Su testimonio será fundamental para que la Fiscalía decida si presenta una acusación formal contra el ganadero y, en caso de que lo haga, cuál es el delito que le atribuye.

La declaración de los dos guardias civiles que revisaron la granja y tomaron declaración a su propietario fue solicitada precisamente por el Ministerio Fiscal. A finales del pasado mes de marzo, la titular del juzgado de instrucción de Chantada dio por terminada la investigación del caso y, para cerrar también la instrucción, pidió a la Fiscalía y a la acusación particular que explicasen si querían pasar a la fase de juicio o si, por el contrario, optaban por proponer el archivo del caso.

La acusación particular, ejercida por el abogado Víctor Valladares en nombre de varios refugios de animales abandonados o maltratados, propuso ir a juicio y acusar al dueño de la granja de un delito de maltrato animal y de otro contra el medio ambiente. La Fiscalía, en cambio, no lo tiene tan claro y considera imprescindible contar con la declaración de los agentes de la Guardia Civil que tramitaron la denuncia contra el ganadero.

Descripción dura

El atestado de la Guardia Civil describe en términos muy crudos la situación que los agentes se encontraron cuando entraron en la granja del ahora denunciado, un ganadero de 46 años que llevaba diecisiete encargándose en solitario de la antigua explotación ganadera de su familia en la aldea chantadina de Axulfe. En el auto que firmó el pasado 20 de marzo para pedir a fiscalía y refugios animalistas que concretasen sus acusaciones, la jueza apunta que en la actuación del ganadero hay indicios de un delito de maltrato animal. La titular del juzgado de instrucción de Chantada considera que el dueño de la granja dejó de atender como es debido y de alimentar de forma adecuada a las 63 reses que tenía en Axulfe. El auto descarta que pudiese tratarse de un simple descuido y califica la actuación del dueño de la granja como deliberada.

Cuando compareció en el juzgado de Chantada, el ganadero atribuyó a una repentina plaga la muerte de las 39 reses en poco más de dos semanas, entre los días 16 y 30 de marzo. Su abogado defensor explicó además que a este problema se le sumaron los problemas físicos que sufría su cliente desde el accidente de trabajo que sufrió unos años antes.