Estado de emergencia en las viñas

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

DANIEL R. PORTELA

La larga sequía y los últimos golpes de calor disparan las peticiones para iniciar la vendimia en la zona del Sil

23 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El tiempo seco y soleado, tónica dominante en los últimos meses, mostró hasta no hace mucho su lado menos malo en los viñedos. En las riberas que escaparon al castigo de las heladas de principios de mayo, protegió la uva de los ataques de mildiu y redujo significativamente las aplicaciones de tratamientos fitosanitarios. Pero todo tiene una medida, y la sequía en Ribeira Sacra comienza a desbocarse. Los golpes de calor de las dos últimas jornadas encendieron la luz de alarma en las laderas donde la maduración va más adelantada. Las vides van agotando sus reservas y solo les queda alimentarse del fruto.

«Se o tempo continúa así, non vai ser nada bo. A uva xa empeza a poñerse murcha», dice Eladio Martínez, de la bodega Anzio. Es uno de los viticultores más veteranos de la denominación de origen y nunca había visto una vendimia tan precoz. «Polo menos eu non recordo nada igual», comenta. Ayer recogió la uva -godello y mencía- de una viña de Doade próxima al puente del Sil. Los muestreos garantizan a estas alturas de agosto trece grados largos de contenido en alcohol. Y la naturaleza avisa de que no conviene esperar más. «A folla comeza a secar entre os bagos», apunta el bodeguero.

Al viento tórrido que sopló los dos últimos días se le conoce en la ribera como solano. Cuando se aproximan las fechas de vendimia, no es nada bien recibido por los cosecheros. Se dice que quema la uva, sobre todo la blanca. El fruto se pasa y el vino resultante pierde su frescura. El solano pone la guinda este año a una sequía muy prolongada, que impone más si cabe en el suelo desértico de los bancales del Sil. «Esto es como si se declarase un estado de emergencia en las viñas. Hay que sacar ya la uva que esté madura, porque si la dejas lo único que puedes conseguir es que sobremadure y se pasifique», señala Fernando González, de Adega Algueira.

Lo nunca visto

Esta bodega de Ribeira Sacra también obtuvo la autorización del consejo regulador para abrir ayer la vendimia. La inició en un viñedo de A Abeleda que está plantado íntegramente con variedades blancas. Las tareas de recolección de la uva tinta no se harán esperar en las viñas de Algueira situadas en Doade. «En la ribera están pasando cosas que nunca habían pasado. Si pasaron, desde luego nosotros no las habíamos visto. Este año vendimiamos antes que nunca, pero es que podríamos haber empezado una semana antes», afirma Fernando González.

No es el único al que preocupan los posibles efectos de la sequía. Décima o Viña Cazoga se disponen también a iniciar la vendimia. El pleno del consejo regulador se reunirá a finales de esta semana o comienzos de la que viene para recomendar una fecha de apertura con carácter general. Muchos prefieren aguardar a que llueva. Otros, sin embargo, se hacen la pregunta del millón: «¿E se non chove?».