La Diputación cierra por anticipado las rutas fluviales del Sil y el Miño

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Los barcos que salen de Doade y Belesar dejarán de navegar a final de mes

12 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los barcos turísticos de la Diputación de Lugo no navegarán hasta finales de año, como estaba previsto en la programación anunciada en su momento. Sus últimos recorridos de esta temporada los harán a finales de este mes. Todavía no se sabe cuándo volverán a navegar el año que viene. En la Diputación alegan razones operativas y económicas para justificar una decisión que ha tomado por sorpresa al sector turístico, acostumbrado al tirón de visitantes que suponen las rutas fluviales del Sil y el Miño.

La decisión de suspender los recorridos en barco afecta a los barcos de la Diputación de Lugo, que salen de los pantalanes de Doade, entre los municipios de Sober y Monforte, y del pueblo de Belesar, en O Saviñao. Estas embarcaciones harán los recorridos programados de aquí al día 30 y después de eso serán retirados del agua.

Las dos razones

Fuentes de la Diputación confirmaron ayer que las rutas cerrarán dos meses antes de lo inicialmente planeado. La primera razón que aducen es que las expectativas de reservas para los dos últimos meses del año son bajas. «Seguramente polo mal tempo que normalmente fai nesa época -apuntan los portavoces del organismo provincial- en novembro e decembro a ocupación é moi baixa». El coste de mantener las rutas activas es de 50.000 euros por mes y los responsables del servicio piensan que con una cifra de usuarios muy baja hay que estudiar con detenimiento si merece la pena mantenerlo.

Pero esa no es la única causa. En la Diputación admiten también que el frustrado intento de encomendarle la gestión de los barcos turísticos a Suplusa trastocó sus planes. La oposición hizo valer su mayoría en el consejo de administración de Suplusa y con el voto en contra del BNG y la abstención del PP echó abajo aquella propuesta, así que el gobierno provincial optó por adjudicárselo a Tragsa.

El problema es que con Suplusa, una entidad pública dependiente de la propia Diputación, no era preciso introducir en el presupuesto el cálculo del IVA. Con Tragsa sí hay que hacerlo y eso encarecería los gastos con respecto a lo previsto si los barcos estuviesen en servicio hasta el 31 de diciembre. Al acortarlo dos meses, ese desajuste económico desaparece.