El cañón del Sil entra en el circuito gallego de los vuelos en parapente

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Club Troglobios

Una nueva zona de despegue permite sobrevolar el tramo próximo a Augas Mestas

14 nov 2018 . Actualizado a las 12:52 h.

El cañón del Sil ofrece unas condiciones inmejorables para los vuelos en parapente. Los aficionados a este deporte de aventura se percataron de ello y comienzan a sobrevolarlo desde un improvisado punto de despegue en el Alto do Coto, la parte menos conocida del desfiladero que talla el río a su paso por la Ribeira Sacra. El promontorio desde el que se lanzan con sus ultraligeros está situado en la margen izquierda, dentro del municipio de Ribas de Sil y muy cerca del límite con la provincia de Ourense. Pronto será acondicionado para que se convierta en una pista de despegue en toda regla.

Los amantes del parapente que se dan cita al Alto do Coto -de 996 metros de altitud y conocido también como Pena do Xastre- ya bautizaron el punto de salida con el nombre de Carlos Martínez Villanueva, integrante del club Troglobios conocido por el apelativo de Charly que falleció este verano en un accidente de moto. El Ayuntamiento de Ribas de Sil toma nota del creciente número de vuelos y acondicionará la zona de despegue. «É unha inversión moi pequena en comparación coas vantaxes que nos pode reportar», apunta el concejal Roberto Casto.

La memoria de las actuaciones que se van a llevar a cabo contempla el desbroce y la explanación del terreno desde el que despegan los parapentes. También está previsto instalar una pequeña estación meteorológica que informe a los aficionados de si se dan o no las condiciones adecuadas para emprender vuelo.

A 2.000 metros de altura

«Necesítanse datos sobre a dirección do vento que agora obtemos a través de Internet. Coa estación meteorolóxica teremos indicacións máis precisas», explica Antonio Ferreiro, aficionado al parapente y miembro de la asociación Troglobios. La elección del Alto do Coto para los despegues se debe a las condiciones que ofrece para esta práctica. «Pódense alcanzar con facilidade alturas de 2.000 metros e xa houbo quen fixo voos de máis de tres horas nesa parte do canón do Sil», explica Ferreiro.

Para esta asociación, los vuelos en parapente son también una forma de promocionar la zona en la que se llevan a cabo. A las inmediaciones del Alto do Coto no le faltan atractivos: los bosques centenarios de Torbeo, los viñedos en bancales de Vilachá de Salvadur, el meandro de A Covela... Un paisaje no menos espectacular que el de Doade, pero menos conocido por la paralización de las rutas en catamarán desde el club náutico de Augas Mestas

La planicie de Torbeo, y en caso de necesidad el entorno de A Covela, son los puntos de aterrizaje habituales para estos vuelos. «Polo momento, por sorte, prados aínda quedan bastantes», dice Antonio Ferreiro con un punto de retranca.

El monte de O Taro Branco, en la sierra de O Courel, está en el punto de mira de los aficionados

El punto de referencia en la Ribeira Sacra para los aficionados al parapente era hasta ahora el alto de Vilañán, situado dentro del municipio de Quiroga y a 650 metros de altitud. También se están realizando gestiones para conseguir su acondicionamiento, aunque en este caso la presencia de nuevas construcciones obligó a modificar la zona habitual de aterrizajes. En el alto de A Moá (1.123 metros), en el vecino municipio de Ribas de Sil, se realizaron algunos vuelos sin que llegase a consolidarse como pista de despegue.

La asociación Troglobios está tratando, por otra parte, de que se prepare un punto de vuelo en la cumbre del monte de O Taro Branco, en el municipio de Folgoso do Courel, a algo más de 1.200 metros de altitud.

Cesión de un albergue

Ribas de Sil es por ahora el ayuntamiento más receptivo a las peticiones de los aficionados al parapente. Incluso valora la posibilidad de poner a su disposición el albergue del pueblo de Torbeo, próximo al Alto do Coto. Fue sede de la antigua escuela y un taller municipal de empleo lo restauró en el año 2007. Los vecinos de Torbeo lo utilizan en ocasiones como local social, pero ese uso sería compatible con otro tipo de aprovechamiento. Por allí pasa además una de las rutas de senderismo más llamativas de la Ribeira Sacra.