Los constructores logran rebajar la protección de 383 edificaciones

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El plan especial impedía reestructuraciones interiores en la mayoría de las viviendas

14 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras un encuentro de más de cuatro horas con técnicos y empresarios del sector de la construcción, el alcalde afirma que existe un «alto grao de acordo» para integrar sus peticiones en el texto definitivo del plan especial de protección del casco histórico de Monforte. Los redactores del documento, también presentes en esa reunión, tomaron nota de los cambios que reclaman los profesionales del sector en las alegaciones a la propuesta aprobada con carácter provisional. El plan especial, según su criterio, debe «mejorar, revitalizar y no momificar el casco viejo».

Técnicos de urbanismo y empresarios de la construcción incluyen dieciocho propuestas en su alegación. Según señala el alcalde, todas ellas «vanse recoller para ser integradas no plan». «O documento -precisa Tomé- seguirá agora a tramitación pendente e, en todo caso, antes da súa aprobación definitiva será explicado novamente aos técnicos e empresarios».

Una de esas propuestas reclama la revisión del plan especial para que permita las obras de reestructuración en el nivel 4 del catálogo de viviendas protegidas del plan especial. Y no es una iniciativa menor, porque afecta a 383 de las 506 construcciones del casco histórico sobre las que pesa algún tipo de limitación constructiva.

El plan establece cuatro niveles diferentes de conservación. Los dos primeros afectan a monumentos y edificaciones de alto valor histórico. Para todos ellos se establece una protección integral. En un tercer nivel, en el que entrarían viviendas «singulares», la protección es de tipo «estructural» e impide alterar la volumetría y los elementos constructivos más destacados.

El nivel 4 es algo más difuso, ya que impone una protección «ambiental». Afecta a edificaciones que, sin llegar a la singularidad, responden a una «coherencia urbana» que merece ser preservada.

Técnicos y constructores consideran que, en este capítulo, el plan especial no se ajusta a las directrices de la Lei do Patrimonio Cultural de Galicia. Según la normativa, deben conservarse los aspectos más visibles y evidentes, sin que ello sea impedimento para autorizar obras «de reestructuración parcial o total y de ampliación, entre otras actuaciones». El plan especial, sin embargo, no permite en estos casos «ninguna reestructuración ni aumento de fondo ni de sótanos». La alegación también advierte de la existencia de «agravios comparativos» al autorizar aumentos de plantas en unos casos y no en otros en el nivel 4.

Veinte de las cien alegaciones presentadas son por una casa de Roberto Baamonde

El plan especial, según el alcalde, dispone de todos los informes previos favorables «con algún matiz puntual que haberá que corrixir, pero ningún deles é relevante nin afecta ao fundamento do plan». El siguiente paso con vistas a su entrada en vigor será la celebración de una serie de reuniones -cuyas fechas todavía están por concretar- con técnicos de los departamentos autonómicos de Patrimonio y Urbanismo. A partir de ahí, detalla Tomé, se procederá a la aprobación inicial del documento, que ya incluirá las modificaciones solicitadas por técnicos y constructores locales.

Para que el pleno pueda votar la aprobación definitiva del plan, paso previo a su aplicación, todavía deberá recibir el visto bueno de la Xunta de Galicia. Una vez que le sea remitido, la administración autonómica tendrá tres meses de plazo para emitir su informe. Si recoge algunas correcciones, deberán ser incluidas en el documento antes de que se pronuncie la corporación.

De momento, están resueltas las cien alegaciones presentadas al plan, de las que veinte corresponden a un mismo edificio de la calle Roberto Baamonde. El equipo redactor informará ahora sobre su rechazo o aceptación total o parcial a los vecinos y entidades que las formularon.