La cascada estrella de la Ribeira Sacra

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

El gran salto de Augacaída, en el municipio de Pantón, ha ganado cada vez más fama en los últimos tres años

09 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El arroyo de Aguianza, en el municipio de Pantón, forma en su último tramo antes de desembocar el Miño la espectacular cascada de Augacaída, de más de veinte metros de altura. El acceso a este paraje se reabrió en el año 2000 después de haber estado cerrado por la maleza durante más de tres décadas. En el 2016 se facilitaron las visitas mediante la construcción de unas pasarelas de madera y una serie de escalones en los tramos de mayor pendiente. Desde entonces, la ruta que lleva a este lugar -y también al castro de Marce, junto al Miño- se ha convertido en el itinerario de senderismo más popular de la Ribeira Sacra.

La caminata empieza a unos trescientos metros del núcleo de Segade. En el primer kilómetro el camino es ancho y está parcialmente empedrado en varios tramos. Discurre por un bosque forrmado principalmente por robles, junto a antiguas terrazas vitícolas abandonadas. En el kilómetro 1,1 y a la altura de una vieja bodega, el camino se bifurca. Si queremos ir al castro de Marce -a unos setecientos metros-, hay que seguir de frente. Para ir a la cascada de Augacaída -a seiscientos metros- tomaremos el ramal de la izquierda.

El camino es llano en el primer centenar de metros. Luego da un brusco giro a la izquierda e inicia un acusado descenso hacia la cascada. Este es el tramo más difícil de la ruta por sus fuertes desniveles, pero los escalonaes y pasarelas facilitan la marcha. La ruta acaba en un saliente rocoso sobre el que fue construido un mirador de madera que permite contemplar el salto de agua.

Hacia el castro

Una vez visitada la cascada, hay que regresar al cruce anterior y seguir por el camino que nos va a llevar al castro de Marce. Para ello seguimos sin desviarnos a lo largo de unos cuatrocientos metros y seguidamente el camino cruza un pequeño arroyo. A partir de aquí se estrecha y se convierte en sendero hasta las proximidades del castro. Luego entra en un bosque de alcornoques que se extienden ladera abajo hasta las inmediaciones del cauce del río Miño, en el lugar conocido por O Pedregal.

Salimos del bosque y a continuación el sendero asciende hasta la parte más alta del castro de Marce, levantada sobre una impresionante formación rocosa -conocida por Regata do Inferno- que se alza a unos doscientos metros sobre el cauce del río Miño. Del castro solo quedan algunos restos de muros, sobre todo en las zonas de mayor desnivel, donde fue necesario acondicionar el terreno con terrazas. En el lugar se hallaron abundantes restos de molinos de mano, fragmentos de cerámica y tejas de factura romana. Desde este punto se disfruta de un espectacular panorama del río y sus riberas. A lo lejos, en la orilla opuesta, se distingue la localidad de Chouzán -en el municipio de Carballedo-, un embarcadero conocido en la antigüedad como puerto Monsulio.

 Desde ferreira

 Hay que salir por la vieja carretera N-120 hacia Segade -son 5,5 kilómetros-, donde es preciso desviarse por un vial asfaltado que lleva a Marce.

En el kilómetro 4 hay un aparcamiento y un cartel que señala el inicio de la ruta