La Ribeira Sacra recibió hasta julio a cerca de 80.000 turistas

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

A no ser que los datos mejoren en el último trimestre, el año será peor que el 2019

15 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Ribeira Sacra es un destino turístico en alza, y lo es desde hace años. La presencia de visitantes, en tiempos muy poco habitual, es ahora muy notoria, incluso parece masiva en determinados momentos y según en qué lugares. Pero más allá de las estimaciones de porcentajes de ocupación hotelera que difunden en temporada alta el consorcio de turismo y la asociación provincial de empresarios de hostelería, lo cierto es que apenas trascienden cifras sobre lo que supone en concreto ese incremento palpable del número de visitantes. Pero esos datos existen, los tiene el departamento de Turismo de Galicia y confirman que la Ribeira Sacra ya mueve cantidades significativas de gente. Durante el 2018 pasaron al menos una noche en esta zona un total de 152.408 personas. Este año probablemente acaben siendo unas pocas menos.

Las estadísticas que maneja el departamento de Turismo de la Xunta reflejan el número de personas que pasan al menos una noche en alguno de los alojamientos registrados en los municipios ourensanos y lucenses que forman la Ribeira Sacra, ya sean casas de turismo rural, hoteles de cualquier categoría, hostales o pensiones. Estas estadísticas no incluyen los apartamentos turísticos. Y lo que dicen las cifras es que el flujo de visitantes es continuo, pero que suele marcar picos en torno a la Semana Santa y en los dos meses centrales del verano, siempre que el tiempo climatológico no determine otros ritmos.

El año pasado, el tope de visitantes previo al verano no llegó entre marzo y abril, con la Semana Santa, sino en el mes de mayo. Ese mes registró 16.831 visitantes, la tercera cifra más grande del año. La primera fue la de agosto, con 20.086 y la segunda la de julio, con 17.360 Y, como cabía esperar y como saben los profesionales del sector, la etapa más floja es la del arranque del año. En el 2018, enero fue el peor mes, con solo 4.312 turistas, y febrero el segundo más malo, con 5.608.

El 2019, un poco peor

No parece que el año 2019 vaya a alcanzar la cifra de visitantes del anterior. El resultado final va a depender mucho del tiempo que haga en los últimos tres meses del año. Si el verano se prolonga, quizás pueda remontar, pero por ahora el balance va un poco por detrás de las cifras del 2018. Entre enero y julio de este año, pasaron por la Ribeira Sacra 78.815 turistas. En los mismos siete meses del 2018 fueron 80.910. El descenso interanual es del 14%.

El descenso más acusado con respecto al 2018 se produjo en el mes de marzo. Ese mes la cifra de visitas se quedó en 8.008, muchas menos que las 11.162 de marzo del año pasado. Todos los demás meses marcaron cifras peores que las del 2018, con dos únicas excepciones. Después del pésimo marzo, abril fue mucho mejor, con subidas importantes con respeto al mismo mes del año pasado. Y también mejoró junio, aunque en este caso de una forma poco acusada

Más de cien establecimientos y 364 personas trabajando en ellos

La cifra de visitantes totales es el dato que mejor refleja la importancia turística de una comarca, pero no el único. La foto del sector quedaría incompleta sin el censo de establecimientos abiertos o el empleo que generan. Para conocer cómo estaban estos datos el pasado mes de agosto todavía habrá que esperar, así que por ahora los más frescos son los de julio. En el inicio de la que habitualmente es su temporada más alta, la Ribeira Sacra tenía 2.727 camas disponibles en un total de 109 establecimientos. Los 43 establecimientos de turismo rural existentes en la zona proporcionan 577 de esas camas, el 21% del total. Las 2.150 plazas disponibles corresponden a 66 hoteles, hostales o pensiones. En cuanto al empleo, en julio trabajaban en alguno de estos establecimientos un total de 364, el 21% en las casas de turismo rural y el 79% en los demás.