Penas mínimas para los prestamistas que secuestraron a un monfortino

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Momento en que uno de los detenidos entra en el juzgado custodiado por la policía el 24 de marzo del 2009
Momento en que uno de los detenidos entra en el juzgado custodiado por la policía el 24 de marzo del 2009 ALBERTO LÓPEZ

Los jueces rebajaron la condena porque pasaron 11 años desde que se produjo el delito

07 jul 2020 . Actualizado a las 20:27 h.

Unos prestamistas que secuestraron a un vecino de Monforte para cobrar una deuda han sido condenados a penas que no superan los dos años de prisión para cada uno. La Fiscalía pedía condenas muy superiores, pero el tribunal las ha rebajado porque ha tenido en cuenta el tiempo pasado desde que ocurrieron los hechos. Y es que esta sentencia llega nada menos que once años después de que la víctima fuese retenida durante varios días mientras sus captores lanzaban graves amenazas contra él y su familia.

La sentencia recoge que los procesados fueron sorprendidos in fraganti por la Policía Nacional y que además ellos mismos admitieron su participación en los hechos cuando fueron detenidos. Aún así, los jueces admiten que once años es un tiempo «claramente muy excesivo» y que el retraso es tan grande que justifica que les sea aplicada una atenuante en grado de muy cualificada.

También a su familia

Los dos acusados principales son condenados por un delito de secuestro, dos de amenazas (a la víctima principal y a su familia) y uno de extorsión y la resolución judicial les impone dos años de cárcel a cada uno. Los otros dos imputados no participaron en las amenazas, pero sí colaboraron en la retención de la víctima, así que los condenan a un año y tres meses por secuestro y extorsión. Dos de los procesados pasaron algo más de ocho meses en prisión preventiva tras su detención.

Según recoge la sentencia, la víctima pidió a los dos principales procesados un préstamo de 12.000 euros en el año 2008. Regentaba un club de alterne en Quiroga y en su momento les contó a los investigadores que había recurrido a estos prestamistas porque estaba atravesando «una mala racha». El préstamo se lo dieron con la condición de que se lo devolviese con un 25% de intereses y antes del 13 de marzo del 2009.

Una vez vencido el plazo, los dos prestamistas empezaron a llamar insistentemente a la víctima y a su pareja y a amenazarlos con frases como «hay mucho monte para mataros» o amenazas de contratar a unos sicarios para que la violasen a ella delante de él. Asustados, la víctima y su compañera sentimental decidieron marcharse de Monforte y esconderse. Los prestamistas empezaron entonces a presionar a su familia.

En una ocasión fueron a la casa en la que viven su madre y su hermana y les dijeron que si él no aparecía iba a pasar algo «muy gordo» y las amenazaron con ir a por el sobrino del extorsionado si ellas acudían a la policía. Las amenazas surtieron efecto y el hombre decidió volver a Monforte y enfrentarse a los prestamistas. Les dijo que le resultaba imposible pagar, así que ellos decidieron secuestrarlo.

Se lo llevaron a una gasolinera en Ribadavia y después de pubs por Porriño

El 18 de marzo lo obligaron a subirse a su coche y lo llevaron hasta una gasolinera de Ribadavia, donde los esperaban los otros tres procesados. Mientras uno se quedaba vigilando junto al coche, los otros tres condujeron a la víctima a una zona apartada, donde lo golpearon en la cara y en el pecho. Después de eso, volvieron con él a Monforte y convencieron a la hermana de que les entregase su coche y les firmase un contrato en blanco.

Después de eso volvieron a llevarse con ellos al secuestrado y durante cuatro días lo tuvieron retenido durmiendo en moteles y moviéndose por diferentes pubs de la zona de O Porriño hasta que los familiares, ya de acuerdo con la policía de Monforte, simularon que querían entregarles el dinero que faltaba para saldar la deuda y concertaron una cita. En el lugar en que los delincuentes esperaban canjear a la víctima por el dinero, fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional.