El único gallego que acabó el Dakar

luis conde MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTES

Eduardo Iglesias brilló en su segunda participación en la prueba de motor más impotante del mundo

19 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El deporte monfortino está de enhorabuena. El piloto local Eduardo Iglesias volvió a hacer historia con su segunda participación en el rally Dakar. No solo lo terminó, que era su principal objetivo, sino que mejoró sustancialmente la posición del año pasado. Tras atravesar la última línea de meta en Yeda, Iglesias se situó en el puesto 53 de la clasificación general de la prueba de motor más importante del mundo.

Eduardo Iglesias fue el único piloto gallego que acabó el Dakar. Tras recorrer unos 8.000 kilómetros demostró que ya está preparado para dar un paso más y aspirar a nuevas metas. De hecho, una posible tercera presencia del monfortino en la prueba estaría condicionada por objetivos más ambiciosos. «Si voy a participar el año que viene en el Dakar o no es la pregunta del millón. Todo dependerá de los patrocinadores, y si voy no lo haré por ir, sino que habría que plantearse unas metas más ambiciosas. No obstante, ahora toca descansar y en unas semanas comenzaremos a analizar las opciones», comenta Eduardo Iglesias, que llegó el domingo a Monforte.

Pasadas 72 horas desde que acabó la prueba, el monfortino analiza detalladamente su participación. «La palabra que mejor resume mi presencia en esta prueba es satisfacción. Fue un Dakar muy sufrido, ya que desde que comenzamos todas las etapas presentaban un grado de dificultad importante. Cumplí las expectativas, porque lo acabé y además mejoré mi posición. Fue un rally inmejorable», afirma Iglesias.

La regularidad

A la hora de analizar las posibilidades del monfortino, estas apuntaban alto. La experiencia del año pasado era, sin duda, toda una garantía para encarar con opciones este rally. Iglesias admite que incluso pudo acabar entre los cincuenta mejores, pero optó por una táctica conservadora.

«Es verdad que incluso pude finalizar en un puesto más alto, pero no quise arriesgar, sobre todo por los problemas que tenía en el antebrazo, que me impedían dar gas. Prefería ser más conservador y mantenerme en las posiciones que tenía en la tabla», añade el piloto monfortino.

La navegación

Dentro de la dureza del rally, una de las dificultades que afloró fue el problema de la navegación. «Este apartado fue duro. Había puntos en los que resultaba sencillo perderse. De hecho, Carlos Sainz se quejó. Esto te obligaba a estar más concentrado, y yo me perdí dos veces, aunque al final no me penalizó demasiado», dice.

Durante el rally también hubo anécdotas, tal y como reconoce Eduardo Iglesias. «Una fue muy curiosa, y es que en un tramo de dunas me adelantó Carlos Sainz y 40 minutos después lo veo venir de frente. Lo primero que pensé es que me había perdido yo, pero el que venía en dirección equivocada era él», apunta el piloto monfortino.

En la novena etapa, Eduardo Iglesias fue consultado por el copiloto de Stéphane Peterhansel. «Al poco de tomar la salida, nos perdimos, y el copiloto de Stéphane Peterhansel se bajó del coche y me preguntó si tenía el waypoint», comenta.

En esta dos participaciones -son más de 15.000 kilómetros-, Iglesias no tuvo ninguna caída importante. Tampoco se encontró con ninguna avería significativa. «La verdad es que en ese sentido todo me salió bien», asegura.

Por último, el deportista monfortino reconoce que con el paso de las horas valora mucho más lo que han sido estos dos rallys para él. «Este año me di cuenta de una cosa, y es que ya desde la primera etapa, que fue muy dura, valoré lo que conseguí el año pasado. Estoy muy contento de lo que han supuesto para mí estas dos participaciones», concluye.

Durante las dos semanas que duró el Dakar, Edu Iglesias sintió el aliento y el cariño de los aficionados. Al final de cada día su buzón del móvil se llenaba de mensajes. Muchos los pudo contestar, pero el resto tendrán respuesta en los próximos días.

Una vez que descanse, Edu ya cogerá de nuevo la moto para realizar salidas con sus amigos y compañeros por distintos lugares de la Ribeira Sacra.