El sector respira con las últimas concesiones tras los cierres por el brote de agosto
16 sep 2021 . Actualizado a las 17:09 h.La práctica totalidad de los locales de hostelería de Monforte renunciaron al nivel máximo de seguridad anticovid al que pueden acogerse desde el pasado miércoles y que les permite no solo incrementar el aforo exterior e interior, sino incluso servir de nuevo consumiciones en la barra bajo ciertas condiciones. «Casi todos se apuntan al nivel de tipo 1, porque les vale para funcionar y tiene menos requisitos que el 2», explica Beatriz Vila, delegada de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo. Según destaca, el nuevo sistema de regulación de aforos garantiza al sector una estabilidad cuya ausencia amenazaba el futuro de muchos negocios.
El importante brote de coronavirus que se originó el fin de semana del 15 de agosto supuso un duro golpe para muchos negocios de hostelería de Monforte. La entrada de este municipio en el nivel máximo de restricciones motivó el cierre interior de los locales y limitaciones en el aprovechamiento de las terrazas en pleno verano. Los bares y cafeterías que carecían de ellas, o que disponían de un reducido número de mesas, tuvieron que cerrar en un momento en el que se mantenía una alta afluencia de visitantes.
«Dos semanas con el interior de los locales cerrado es un palo muy duro en esa época del año. Lo bueno es que a partir de ahora por fin habrá una estabilidad. No te van a decir de un día para otro que debes cerrar dentro y que te quedas con la mitad de las terrazas, si es que las tienes. Las ayudas se van a acabar en algún momento y la hostelería necesita cierta seguridad para poder trabajar», señala al respecto Beatriz Vila.
Cada local decide
Monforte bajó el pasado sábado de riesgo extremo a alto y este fin de semana pasará al nivel medio, pero los vaivenes en las restricciones dejaron de ser determinantes para la actividad de la hostelería. El aforo exterior e interior de estos negocios ya no está supeditado a las medidas que pueda adoptar el comité de expertos que asesora a la Xunta. Cada local puede elegir entre dos niveles de seguridad. El denominado 1, también el más básico, es el que se aplica mayoritariamente entre los hosteleros monfortinos, que de ese modo pueden aprovechar el 50% del aforo interior y un 75% de las terrazas.
«El nuevo sistema se acaba de implantar y habrá que ir viendo cómo funciona, pero en una primer sondeo entre los asociados el nivel básico es el que prefiere la inmensa mayoría», explica la delegada de los hosteleros. La principal diferencia entre los niveles 1 y 2 es que este último permite -a cambio de unas mayores exigencias que deberán ser verificadas mediante inspecciones de la Xunta- más aforo interior y exterior, y el aprovechamiento de las barras con una separación de un metro y medio entre los clientes.
Según Beatriz Vila, muy pocos negocios consideran atractiva esta posibilidad. «Hay algunos partidarios de apuntarse al nivel 2, pero de entrada tienes que contar con una barra amplia en el local para que te compense». Los requisitos en materia sanitaria, según su criterio, no son el mayor escollo de la nueva reglamentación. «Los que establece el nivel 1 ya se cumplían en la gran mayoría de los locales», afirma.
Las reticencias al aprovechamiento de la barra tendrían más que ver con los posibles problemas derivados del cumplimiento de la normativa, que establece que en los locales autorizados solo se podrá consumir en ella solo o con un máximo de un conviviente. «Si entra una pandilla de cuatro clientes, ¿los pones a metro y medio de distancia?», se pregunta la delegada de la asociación de hostelería.
La restricción máxima no hizo perder clientes a los alojamientos turísticos
El máximo nivel de restricción sanitaria que se aplicó en Monforte hasta el pasado fin de semana no causó anulaciones de reservas en los alojamientos turísticos locales ni en los de los municipios próximos mientras esta medida estuvo vigente. Así lo creen los responsables del consorcio turístico de la Ribeira Sacra, cuya gerente, Alexandra Seara, dice que la entidad no ha tenido constancia de que se cancelasen reservas efectuadas con anterioridad para esas fechas. «Polo que sabemos, as previsións de ocupación de prazas que tiñamos feitas para ese período non sufriron ningunha alteración», explica.
La restricción máxima, dice asimismo la gerente del consorcio, sí que afectó a los restaurantes, bares y cafeterías de Monforte, debido a las limitaciones de aforo que acarreó esta medida. «Pero a situación nos negocios de aloxamento foi diferente e, que nós saibamos, non houbo unha redución de clientela», añade.
Previsión cumplida
Antes de que se hiciese efectiva la medida, el consorcio ya había señalado que no se preveía que a causa de ella se fuesen a producir muchas cancelaciones de reservas en hoteles, hostales o casas de turismo rural. Las anulaciones que se registraron durante la temporada de verano -agregan- se debieron a que algunos clientes dieron positivo en las pruebas de detección de covid-19 antes desplazarse a los municipios de la Ribeira Sacra, pero no a la situación sanitaria reinante en este territorio. Todo indica que durante el período de restricción máxima no hubo ningún cambio significativo en este aspecto.