Un empresario andaluz restaura una de las bodegas centenarias de Vilachá
A POBRA DO BROLLÓN
Ya solo quedan dos construcciones en ruina en este conjunto catalogado como BIC en la Ribeira Sacra
11 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Un empresario andaluz con negocios en Barcelona y vínculos con el municipio lucense de Sarria promueve la rehabilitación de una de las tres únicas edificaciones pendientes de recuperar en el conjunto de más de cuarenta bodegas centenarias que se conserva en la parroquia de Vilachá de Salvadur, en A Pobra do Brollón. Este espacio singular, situado en el lugar de A Abelaira, cuenta con la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) después de que fuese incluido por la Xunta de Galicia en el paisaje cultural de la Ribeira Sacra. Las construcciones sin restaurar son restos de antiguas dependencias destinadas tradicionalmente al almacenamiento de vino que se vinieron abajo y ya no volvieron a ser restituidas. .
Las bodegas que quedaron reducidas a escombros pueden ser recuperadas si se ajustan al volumen original y a la tipología propia del resto de edificaciones de este conjunto etnográfico, todas de piedra y con cubierta de pizarra. En los últimos años se rehabilitaron otras construcciones en estado ruinoso, aunque el proceso de adquisición no siempre resulta sencillo. De un lado, los precios se dispararon a raíz del auge de la denominación de origen Ribera Sacra y el redescubrimiento de esta olvidada zona vitícola. En algunos casos, por otra parte, surgen complicaciones por la profusión de herederos o a la hora de acreditar documentalmente la titularidad.
Yeguada en Sarria
Afincado en Barcelona y propietario de una yeguada de pura raza en la parroquia sarriana de Ortoá, el empresario sevillano José María García Morán se ha hecho con la propiedad de una de esas bodegas en ruina, por cuya adquisición se habían interesado sin éxito al menos dos compradores desde el año 2010. El «enamoramiento» de Galicia que lo llevó a instalar su explotación de ganado caballar en Sarria también está detrás de su decisión de emprender este proyecto de rehabilitación en Vilachá de Salvadur. Según pudo confirmar este diario, ha conseguido reunir además una hectárea de viñedo en bancales en la parroquia ribereña del Sil a la que pertenece el conjunto de A Abelaira,
La bodega adquirida por García Morán está situada en la parte opuesta a la entrada a este conjunto desde la carretera de Vilachá a Trasmonte, en una especie de plazuela donde confluyen dos caminos que conducen, respectivamente, a la pista de la ribera de Val do Frade y al mirador de A Capela. En ese mismo lugar existe una edificación ruinosa, situada en la parte trasera de otra que sí está rehabilitada. También está pendiente de recuperación una bodega pegada al arroyo que fue canalizado en ese lugar, del lado más próximo al campo de la fiesta.
Las obras de rehabilitación que lleva a cabo este empresario cuentan con el informe favorable de la Dirección Xeral de Patrimonio, pero tuvieron que ser paralizadas a raíz de la denuncia formulada por un particular ante el Seprona. Según pudo saber este diario, la reanudación de los trabajos está pendiente de la emisión de un permiso municipal. García Morán, por otro lado, sondeó en su momento la posibilidad de instalar en otro lugar de Vilachá de Salvadur una segunda bodega en la que, a diferencias de la que está restaurando, sea factible la elaboración industrial de vino.
Un «pueblo» de edificaciones vitícolas
La declaración del paisaje cultural de la Ribeira Sacra en el 2021 puso fin a años de dimes y diretes alrededor de la catalogación de las bodegas de Vilachá de Salvadur como BIC. Los primeros pasos para su protección por parte de la administración autonómica se dieron en 1983. Aunque no acabaron de concretarse, dieron pie a la redacción de un proyecto para la rehabilitación de la totalidad del conjunto de bodegas, entonces propiedad exclusivamente de cosecheros de la parroquia.
La primera fase de las obras dio comienzo en 1984, pero la recuperación no se completaría hasta 16 años después. Por el camino, y a través de Leader, se obtuvieron los fondos precisos para la completar la inversión inicial de la Xunta. En Galicia no se conoce ningún otro conjunto de antiguas bodegas que tenga las dimensiones y las características del de Vilachá. «Tiene una estructura de tipo urbanístico, como una pequeña población, y eso le confiere un carácter muy especial», apunta Sonia García, coordinadora de un proyecto de investigación en esa zona.
Existe constancia documental sobre este conjunto de bodegas al menos desde el siglo XVIII. Todas las viñas de esa ribera disponen de lagares, por lo que es posible que la elaboración del vino se hiciese en ellas y que luego se trasladase para su conservación al conjunto de A Abelaira.