Este buen ejemplar de hórreo de cantería se va a venir abajo... si nadie lo remedia

carlos cortés / roi fernández CHANTADA / LA VOZ

CHANTADA

ROI FERNÁNDEZ

Un antiguo almacén de piedra se sostiene en una posición inverosímil desde los vendavales de febrero

12 abr 2017 . Actualizado a las 21:17 h.

Los vendavales de este invierno dejaron un reguero de destrozos por todas partes. La mayor parte de los daños los sufrieron bosques y plantaciones forestales, pero también quedaron tocadas algunas construcciones antiguas. Las hubo que se vinieron abajo directamente, como le pasó en pleno casco urbano de Chantada al antiguo palomar de Mosteiro, en la parroquia de Pedrafita, derrumbado por las fuertes ráfagas de viento de la noche del 3 de febrero. Otros no llegaron a caer, pero su estabilidad quedó seriamente comprometida. Es el caso de un buen ejemplar de hórreo de la aldea chantadina de Perlada, que aquella misma noche se inclinó y ahora parece que en cualquier momento se va a venir abajo.

Se trata de un hórreo de tamaño medio, de estructura construida íntegramente en piedra y que aparentaba un buen estado de conservación. Se encuentra en una finca que al parecer es propiedad de tres personas diferentes que no viven en esta aldea de la parroquia de Merlán. Ninguno de ellos parece haber tomado la iniciativa de llamar a un cantero para que lo enderece, así que el hórreo lleva dos meses en un equilibrio absolutamente precario.

En este tiempo, algún vecino llegó a pensar en colocar él mismo unos travesaños de madera como soporte para evitar la caída, pero acabó desistiendo por temor a que el hórreo se caiga igual y alguien le pueda reprochar haber empeorado las cosas.

El hórreo de Perlada es un ejemplo que resulta extremo porque resulta difícil de creer con esa inclinación todavía no se haya derrumbado, pero no es el único. Al muy deteriorado palomar de Soto, situado en pleno casco urbano de Chantada tampoco le ayudaron en nada los vendavales de este invierno. Sin embargo, lleva años resistiendo a pesar de que se encuentra en un estado lamentable.