La nueva vida de los albergues del sur lucense

FOLGOSO DO COUREL

El albergue turístico de Folgoso se encuentra en un edificio que anteriormente sirvió como casa consistorial y como colegio público
El albergue turístico de Folgoso se encuentra en un edificio que anteriormente sirvió como casa consistorial y como colegio público CEDIDA

Los alojamientos turísticos de Quiroga y Folgoso reiniciarán su actividad este mes con fuertes reducciones de aforo

05 jun 2020 . Actualizado a las 10:51 h.

Los albergues turísticos del sur lucense se preparan para reanudar su actividad con las fuertes limitaciones que suponen las normas de prevención sanitaria para este tipo de establecimientos. El primero que será del Ayuntamiento de Quiroga, gestionado por la empresa Tourgalia, que tiene previsto hacerlo el día 22. El albergue cuenta con un total de 150 plazas pero para la temporada de verano está previsto trabajar con un máximo de entre cincuenta y sesenta visitantes, según explica Juan Luis Vázquez, gerente de la firma,

De momento, el albergue quirogués solo acogerá de cada vez a un grupo de visitantes. El primero estará formado por vecinos de Sanxenxo. En cuanto a las medidas de seguridad, Vázquez señala que «estarán sempre por enriba do que recomenden as autoridades en cada fase da desescalada». Las normas de distanciamiento, dice además el gerente, no serán difíciles de cumplir gracias a las dimensiones del edificio, que cuenta con veinte habitaciones cuya capacidad va de dos a seis plazas.

Folgoso, el siguiente

El siguiente albergue en abrir será el de Folgoso do Courel, que lo hará el día 26 y también tendrá que reducir su capacidad para adaptarse a la situación actual. El establecimiento, que cuenta con 39 plazas, podrá acoger ahora un máximo de entre quince y veinte personas de cada vez. Por otra parte, los huéspedes se alojarán en grupos separados que ocuparán cada una de las tres áreas de habitación con que cuenta el albergue y habrá restricciones en las zonas de uso común, donde están las cocinas y el comedor.

La encargada del establecimiento, Ana Fuentes López, señala que la separación entre los dormitorios es una medida necesaria para dar seguridad a los usuarios, que antes se podían instalar libremente en las literas instaladas en estos espacios. «Aínda hai bastante medo e desconfianza, e a xente que nos está chamando para pedir información o primeiro que pregunta é se terían que compartir os dormitorios con persoas descoñecidas, como se facía normalmente», explica. «Por iso decidimos separar os tres espazos de dormitorio, para que en cada un deles se aloxe un grupo diferente e a xente se sinta máis segura», añade. Cada uno de los dormitorios cuenta con aseos y duchas diferenciados. «Temos que establecer estas normas non só para garantir o máximo de seguridade sanitaria, senón tamén porque os clientes non se animarían a vir se tivesen que pernoitar nun mesmo espazo con persoas que non coñecen», añade Fuentes.

Alojamientos para peregrinos

Por otra parte, el albergue de peregrinos que fue habilitado recientemente en la calle Santiago de Monforte tiene prevista su inauguración para septiembre. Ramón Díaz-Varela, uno de los socios promotores del establecimiento, señala que todavía no está decidido cómo se organizará su funcionamiento, porque a estas alturas no se pueden conocer las normas sanitarias que regirán para entonces. «Pero en todo caso serán máis estritas que as que recomenden as administracións», dice. Los alojamientos —añade— pueden dividirse con facilidad en siete áreas para acoger a otros tantos grupos. «Non decidimos aínda se instalaremos barreiras físicas para separar estas zonas, pero é algo que temos en estudo», agrega.

Otro albergue de peregrinos que fue habilitado en el barrio monfortino de As Cruces, regentado por José Carlos Costoya, está a la espera de saber cuándo podrá abrir. «Aínda faltan por rematar unhas pequenas obras que quedaron paradas pola alarma sanitaria e non sabemos con certeza cando as poderemos acabar», explica el responsable. «Tiñamos pensado abrir máis ou menos para finais do verán, pero a epidemia obrigounos a aprazar todo o plan e agora mesmo non podemos dicir cando o poñeremos en actividade nin en que condicións o poderemos facer», apunta.