El mantenimiento del canal se limitará a las zonas que utilicen el agua

Luis Díaz
Luis Díaz MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

Tramo del canal  a su paso por Reigada, en una imagen de archivo
Tramo del canal a su paso por Reigada, en una imagen de archivo ALBERTO LÓPEZ

Las acequias ya solo están operativas en 800 de las casi 3.000 hectáreas susceptibles de riego

21 may 2019 . Actualizado a las 18:22 h.

El agua volverá a correr antes de un mes por el canal de regadío del Val de Lemos. No lo hará en toda su extensión, porque sería un despilfarro. Como es habitual en las últimas campañas de riego, el suministro solo estará garantizado en los tramos de acequias donde los agricultores hayan dado de alta previamente sus parcelas. El plazo para solicitar el agua acaba este mes y la demanda también condicionará las obras de mantenimiento en la red de distribución. En la zona donde no haya uso, tampoco se llevarán a cabo reparaciones en las canaletas.

La asociación de regantes asume una parte del mantenimiento del canal. El grueso de las reparaciones, sin embargo, correrá a cargo de la empresa que se haga con el contrato que tiene en fase de licitación la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Las obras están presupuestadas en 618.000 euros y deberán llevarse a cabo entre este año y el próximo. El pliego de condiciones del concurso establece que la adjudicataria tendrá que efectuar trabajos de desbroce, tareas de apoyo en la gestión del riego y bacheos en las pistas de servicio del canal.

El regadío ni siquiera está en condiciones de funcionar en toda su extensión en Bóveda, Monforte, Pantón, A Pobra do Brollón y Sober, los cinco municipios por los que discurre. «Hai acequias que xa se perderon por falta de uso», dice la presidenta de la asociación de regantes, Alicia Toirán. En estos casos el deterioro de las conducciones no será subsanado. «Non se van reparar os tramos onde non se solicite auga nesta campaña. Hai que priorizar necesariamente o que está en uso», apunta la portavoz de los regantes.

En estos momento, y según estimaciones de la asociación, el regadío está en condiciones de abastecer en torno a ochocientas hectáreas de cultivo, de las 4.000 aprovechables que se están situadas en su zona de dominio. «O abandono de campo é realmente salvaxe», apunta Alicia Toirán. Si se cumplan las previsiones de la asociación, el número de regantes se mantendrá en esta campaña en la línea de la anterior. Entonces, solicitaron el suministro de agua doscientos propietarios de fincas agrícolas.

El censo de solicitantes se cerrará este mes y el inicio de la campaña de riego será establecido a partir de ahí «según como veña o tempo». «Se o tempo ven moi seco pode que se abra a comezos de xuño, pero o normal é que se agarde ata mediados», señala la presidenta de la asociación.