Buscan a Emilio Pintor en el Miño con un perro capaz de seguir rastros en el agua

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE

O SAVIÑAO

Roi Fernández

Investigadores d ela Guardia Civil y la Policía Nacional rastrearon este miércoles el embalse de Os Peares, desde el pueblo de Belesar y el área recreativa de Maiorga

20 mar 2019 . Actualizado a las 21:57 h.

Cuando está a punto de cumplirse un mes desde la desparición de Emilio Pintor, las fuerzas de seguridad vuelven a buscarlo en el entorno del embalse de Os Peares. Esta vez lo intentan con un perro adiestrado para detectar restos en el agua. Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil recorrieron hoy de nuevo el embalse, pero la jornada todavía no ha dado resultado.

A este nuevo día de rastreo se sumaron también familiares directos del desaparecido, entre ellos la mujer y un hermano de Emilio Pintor. La familia protestó hace días por la suspensión de la búsqueda después de las primeras dos semanas y pedía más medios técnicos y más tiempo para tratar de encontrar algún rastro que permita averiguar el paradero de este hombre, nacido en Melide hace 42 años pero residente en A Coruña desde hace años con su mujer y sus hijos.

En la búsqueda de hoy participaron un equipo de buceadores de los grupos de rescate acuático (Geas) de la Guardia Civil y una pareja de agentes de la policía judicial de la Policía Nacional, que son los que se encargan directamente del caso porque la denuncia por desaparición está presentada en una comisaría de este cuerpo en A Coruña. El perro pertenece a los Geas de la Guardia Civil y está especializado en el rastreo de personas desde el agua. El animal, un pastor belga, recorre la zona de búsqueda en una lancha pilotada por los agentes y va buscando rastros tanto en las orillas como directamente en el agua.

Durante la mañana de este miércoles, los Geas y su perro cubrieron con la barca el tramo del río Miño situado entre el pueblo de Belesar, en la cola del embalse de Os Peares, y la playa de A Cova, en el meandro conocido como Cabo do Mundo. A eso de las dos de la tarde dieron por terminada la búsqueda en esa zona, en O Saviñao, y se trasladaron en sus coches río abajo al vecino municipio de Pantón. Desde el pequeño embarcadero del área recreativa de Maiorga, a unos kilómetros de distancia del Cabo do Mundo río abajo, pusieron otra vez la lancha en el agua e hicieron un nuevo rastreo.

Los investigadores y la familia temen que Emilio Pintor se cayó al agua con su coche desde algún punto cercano a la playa de A Cova. Allí es donde la sitúa la última señal registrada de su teléfono móvil, desde el que hablaba con su mujer cuando se oyó un ruido de agua y la llamada de cortó. Eso ocurrió el 21 de febrero, y desde entonces ni su familia ni sus amigos han vuelto a saber nada de él. Ni su móvil ni sus tarjetas de crédito han vuelto a registrar actividad y tampoco se sabe nada de su coche, un Citroén AX de color negro.

Emilio Pintor trabajaba como repartidor de pescado entre la lonja de A Coruña y algunos supermercados de Chantada y Monforte. Tenía amigos en esta parte de la Ribeira Sacra y hace dos años había pasado aquí unas vacaciones con su familia. Conocía la zona del embalse de Os Peares, pero no en profundidad.

Por ejemplo, la zona del área recreativa de Maiorga que sirvió de punto de partida para la segunda parte de este último rastreo no la conocía. Situado en un sitio al que es difícil llegar sin conocimiento previo, los familiares que siguieron hoy el rastreo admitían sobre el terreno sus dudas de que Emilio Pintor pudiese haber llegado en coche al embarcadero de Maiorga.