«Necesito 85.000 euros que no tengo»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

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cedida

El proyecto fue seleccionado en el programa Argos, pero no sabe si lo desarrollará

19 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Miguel Ángel Martínez Puente, ingeniero forestal que acaba de finalizar la carrera, es el ganador de uno de los premios del programa Argos, de la USC, que pretende promocionar iniciativas de emprendedores. Se lo dieron por el proyecto de creación de una empresa de apicultura. Todavía no ha decidido que hará con él. Para ponerlo en marcha necesita 85.000 euros, que no tiene y que duda pueda conseguir.

El premio está dotado con 3.000 euros, más seis meses de acceso a un espacio de incubación y asistencia gratuita en el proceso de constitución de la empresa. Todavía tiene varios meses para tomar la decisión. Los dos compañeros que empezaron a redactar con él el proyecto tuvieron que dejarlo por diversas circunstancias y ahora está solo.

«En estos momentos -confesó- estoy en una encrucijada. Me apasiona el mundo de las abejas y quienes lo examinaron me han asegurado que el proyecto es bueno y viable, pero no tengo los 85.000 euros que necesito para poder empezar. Me encantaría poder ponerlo en marcha, aunque no descarto tampoco venderlo». De momento, según aseguró, tuvo una oferta sobre la mesa para montarlo a medias, que pretendía empezar con 100 colmenas, que no consideró.

Herencia de su bisabuelo

La pasión por el mundo de las abejas le llegó a Martínez Puente cuando empezó la carrera de forestales, después de cursar el ciclo superior de Topografía, en A Coruña. Indagando en sus antecedentes familiares descubrió que su bisabuelo tenía muchas colmenas en sus propiedades de Sobrado dos Monxes. «Con ellas sacaba alimento, azúcar y luz porque con la cera hacía velas». «Empecé a investigar -explicó- y se abrió para mí un mundo apasionante, que me llevó a hacer mis propias colmenas, a recoger enjambres a mano, comprando solamente lo justo y necesario porque carecía de recursos para ello».

El pasado año tenía cinco colmenas, hechas a mano y con material reciclado. Las abejas murieron todas. «Entre el frío, la velutina y los pesticidas me quedé sin ninguna». Volvió a empezar a capturar enjambres y ya consiguió diez».

Miguel Ángel Martínez asegura que ahora sabe dónde tiene que montar las colmenas para que la velutina no se cebe con sus abejas. Las avispas asiáticas prefieren zonas de la costa o los valles de ríos donde hay abundante agua y plantaciones de eucaliptos.

Apicul, el proyecto de este ingeniero, consiste en crear una empresa centrada en la producción, recolección, extracción, tratamiento y comercialización no solo de miel, sino también de polen y de propóleo.

Los problemas del sector

Martínez Puente asegura que es consciente de los problemas que tiene el sector. Entre ellos identificó la ausencia de métodos eficaces para combatir la velutina; el poco aprovechamiento de los recursos apícolas, dado que solamente se extrae miel; la escasez de maquinaria para la extracción de estos productos y dificultades por parte de los apicultores para ponerse en contacto con empresas que pueden estar interesadas en comercializarles la producción. A algunos de ellos pretende darles respuesta en el proyecto que ganó el premio.

Polinización de melones

Miguel Ángel Martínez está estos días por cuestiones personales en Ciudad Real, donde sigue aprovechando el tiempo. Está en contacto con productores de miel que utilizan colmenas trashumantes, que desplazan para la polinización de melones y sandías, un nuevo campo en el que está investigando, en tanto no decide cuál es el camino elegido.

El proyecto que inició con otros dos estudiantes le servirá para el fin de grado.