Tráfico intenso sobre la Muralla por obras y limpieza

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO

La rehabilitación de dos cubos hace preciso el uso de pequeños vehículos como chimpines y «pick up»

13 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Vaia tráfico», exclamó con cierto sobresalto un animoso corredor con cascos en las orejas tras ver al tercer vehículo rodado que se encontró en el adarve de la Muralla en la mañana de ayer, a eso de las 11. Entre la limpieza diaria (a bordo de una pequeña furgoneta) y las obras que se llevan a cabo en dos cubos, a la altura del edificio administrativo de la Xunta, el adarve tiene estos días un poco habitual tráfico rodado.

Hacía unos pocos minutos que el deportista antes aludido había dado un respingo y un pequeño salto al ver por el rabillo del ojo a la camioneta pick up cuyo ruido no había percibido, a causa de la música que escuchaba mediante cascos. El conductor avanzaba prudentísimo, lentísimo, por el adarve, a la altura de Nicomedes Pastor Díaz. El corredor se encontró con otros dos vehículos, cuando estaba a punto de cruzarse, a la altura del canil de Estantigas: «Vaia tráfico», dijo. Los vehículos, eran la furgonetilla que utiliza la empresa Urbaser para retirar la basura, señaladamente las bolsas con excrementos de perros; el otro, un volquete chimpín de obras.

Mientras tanto, la empresa encargada de eliminar las hierbas de la Muralla sigue trabajando en los paramentos del monumento. En la mañana de ayer, los operarios situaron en la calle Bispo Aguirre el vehículo con brazo elevador.

En cuanto a las obras de rehabilitación de dos cubos, es de señalar que uno de ellos, el que en su día quedó relleno de arena, los trabajos de vaciado están ya avanzados. Hay que recordar que en este caso se retira el hormigón que se utilizó en su reparación en los años 70 del siglo pasado; en el otro cubo, está previsto dejar tanto el forro interior de hormigón como la cubierta del mismo material.

Gamberradas de lenta solución

En dos cubos de la Muralla hay obras, frente al edificio administrativo de la Xunta de Galicia. Donde no hubo obras al menos hasta cerca de media mañana de ayer fue para reponer la losa arrancada del adarve del monumento en la tarde del pasado domingo. A la hora indicada, la piedra seguía donde quedó en el paseo interior de la Muralla. Tanto la gamberrada en sí como la demora en ejecutar un trabajo tan sencillo como la reposición de la piedra fueron ayer motivo de comentarios entre muchos de los que pasearon por el adarve que, tras conocer el incidente, tuvieron la curiosidad de comprobar en qué había quedado.