En los primeros seis meses del año ha licitado un 98,7% menos que en el mismo período del 2016
20 nov 2017 . Actualizado a las 23:16 h.Cuando en abril de este año el Gobierno presentó las cuentas para este ejercicio, se anunciaron, como viene siendo habitual, miles de millones en inversiones que meses después la realidad ha demostrado que era papel mojado. Así lo refleja el informe de la Federación Gallega de la Construcción, que en líneas generales evidencia la bajada de gastos de las administraciones y, en particular, del Estado.
En los primeros seis meses del año, el Gobierno licitó un 98,7 menos que en el mismo período del 2016, o lo que es lo mismo, de 131,8 millones del año anterior se pasó a 17,6 del 2017. No sucedió lo mismo con el resto de administraciones, ya que la Xunta aumentó un 0,10%, con 9,7 millones de inversión; la Diputación de Lugo aumentó un 617%, desde el millón de euros del 2016 a los 7,3 del primer semestres del 2017; y los concellos de la provincia licitaron un 2% más.
Tal y como recogió el último estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, la inversión pública se ha reducido un 58% en España desde el año 2009, a pesar de que para algunos teóricos la inversión en infraestructuras es fundamental para ser más competitivos, crear empleo y generar recursos económicos.
En la provincia de Lugo, del total de la licitación, solo el 7,4% pertenece a los ministerios de Gobierno, mientras que el 40,7% es de la Xunta, el 30,6% de la Diputación y el 21,2% de los concellos lucenses. Por ministerios, el de Fomento es muy significativo, con solo 310.000 euros de licitación en seis meses. En Medio Ambiente se licitó el 1,2 millones; y el resto de ministerios apenas 130.000 euros.
Se podría afirmar que como los presupuestos de este ejercicio se aprobaron en abril ha sido complicado licitar obras en el primer semestre del año. Pero si analizamos las cuentas del Estado presentadas el 4 de abril vemos que algunas partidas son casi papel mojado.
Hay conceptos que comienzan a ser clásicos año tras año y que los gobiernos centrales siguen presupuestando pero luego se ven pocas concreciones. Por ejemplo, medio millón de euros para el estudio de la A-8 entre Guitiriz y Lavacolla, otro medio millón para la conexión del puente blanco con la ciudad, un millón de euros para la mejora del cruce del Camino de Santiago en Palas (Fomento acaba de someter a información pública el proyecto apenas hace dos semanas), o las ridículas partidas para la autovía Lugo-Ourense (100.000 euros entre Guntín y Taboada) o estudios para la línea de alta velocidad Lugo-Ourense.
Melide-Arzúa, sin adjudicar
Pero si analizamos las grandes cifras que se definieron en los presupuestos de este año, tenemos partidas millonarias que apenas se van a ejecutar y que quedan para el siguiente presupuesto. Por ejemplo, se estipularon 10 millones de euros para las obras de la A-54 entre Palas y Melide, pero el ritmo de los trabajos, iniciados en agosto, no hacen presagiar un gasto tan elevado. Al siguiente tramo de esta autovía, el de Melide a Arzúa se le asignaron otros diez millones. Pero a día 20 de noviembre este trazado sigue sin estar adjudicado a ninguna empresa de manera oficial. También se estipularon 2,26 millones para el intercambiador que unirá en Guntín la A-54 con la N-540. Ni por asomo se ha licitado esta cantidad.
Lo que sí parece es que los 13,5 millones asignados para la variante del tren en A Pobra de San Xiao se han ejecutado al comprobar el ritmo de las obras.