Baloncesto El equipo fue por primera vez sólido fuera y mostró su verdadero potencial
14 nov 2018 . Actualizado a las 12:18 h.El encuentro del pasado domingo en el Martín Carpena ante Unicaja, uno de los grandes de la ACB, tiene visos de convertirse en un punto de inflexión en la trayectoria del Cafés Candelas Breogán en el plano positivo, aunque se saldara con derrota.
La trayectoria del cuadro breoganista a domicilio estaba siendo errática. En sus anteriores compromisos fuera de casa, el equipo nunca había dado imagen de solidez ni tampoco sensaciones de ser capaz de lograr algo positivo. En Málaga toda esa decoración cambió con un conjunto que mostró virtudes que se suponía que atesoraba, pero que no había mostrado hasta ahora.
rendimiento
Sensación de poder imponerse. Los breoganistas nunca habían dado hasta el momento la sensación de ser capaces de lograr un triunfo a domicilio y habían claudicado ante sus rivales antes del tramo final. En Málaga no solo dieron la cara en todo momento, sino que tuvieron opciones de ganar hasta el instante final.
juego interior
Fortaleza en la pintura. Los hombres altos confirmaron una ocasión más que están más que capacitados para convertirse en los pilares del equipo. Jordan y el más que sorprendente Gerun completaron una actuación estelar tanto en ataque como a la hora de capturar rechaces y Sulejmanovic y Brown cumplieron en los minutos en los que dieron el relevo a sus compañeros. A ninguno le tembló el pulso en los momentos decisivos.
juego exterior
Mejoría respecto a actuaciones anteriores. La efectividad en el tiro exterior se había convertido en un lastre para el Breo en los últimos compromisos, sobre todo en el de Murcia. En el Martín Carpena los tiradores celestes recuperaron su efectividad, con mención especial para Cvetkovic, que mostró los motivos por los que es considerado un killer desde fuera y apareció logrando puntos en los momentos en los que su equipo más lo necesitaba. Redivo también encontró de nuevo el camino hacia la canasta y Löfberg sigue en línea ascendente y sin ningún temor para tirar desde la línea de tres puntos, convirtiéndose en una de las sorpresas agradables del equipo.
dirección de equipo
Siempre un base en pista. La reaparición de Ricardo Uriz supuso la gran noticia en el plano positivo de la cita de Málaga. Natxzo Lezkano pudo descartar los experimentos, bastante fallidos hasta el momento, de otorgar la responsabilidad de dirigir el equipo a dos aleros durante bastantes minutos. El equipo contó siempre con un director de juego y lo notó, sobre todo a la hora de marcar el ritmo del partido que más le interesaba en cada momento. El único pero para los hombres bajos del cuadro breoganista fue que no consiguieron parar a Jaime Fernández, que resultó decisivo para el triunfo de su equipo, sobre todo con su aportación en ataque.
rotaciones
El equipo mantuvo la intensidad durante todo el partido. En partidos anteriores el equipo sufría varios altibajos a lo largo de los partidos y no lograba mantener la misma intensidad, lo que originaba que los rivales dieran algún tirón que les bastaba para adquirir una cómoda ventaja que los breoganistas ya no lograban remontar. En Málaga no sucedió eso y los foráneos fueron capaces de dar respuesta a todos los tirones de un Unicaja cuyos jugadores por momentos se vieron sorprendidos por la resistencia visitante.
confianza
Seguridad en sus fuerzas. El equipo nunca bajó los brazos y respondió a todos los intentos de los locales por sentenciar un partido en el que tuvieron que sacar a relucir todo su poderío para ganar.