Sabores clásicos de Lugo, cerca de conseguir un reconocimiento oficial

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO

ÓSCAR CELA

El decreto de artesanía alimenaria protegerá productos tradicionales y ya tiene el visto bueno de Bruselas

20 ene 2019 . Actualizado a las 20:39 h.

Productos artesanos, artesanos de la casa, artesanos caseros o artesanos de montaña. Son expresiones que resultan conocidas, que se pueden utilizar casi indistintamente y que pueden aplicarse a productos elaborados en Lugo. Las palabras alcanzarán próximamente un mayor valor, con clara repercusión en la provincia así como en el resto de Galicia, puesto que la Consellería do Medio Rural está terminando la elaboración del decreto regulador de la artesanía alimentaria.

Ese documento verá la luz para promover y proteger elaboraciones tradicionales de productos que, explica la Xunta, no solo destacan por su alta calidad sino también por su contribución a la conservación de la cultura alimentaria gallega. El decreto ya tiene el dictamen favorable de la Unión Europea; actualmente se está en fase de incorporación de aportaciones y de sugerencias, y se espera que se publique en el Diario Oficial de Galicia (DOG) durante los primeros meses de este año.

 Quince apartados

El propósito del decreto es facilitar la diversificación económica de explotaciones agrarias y de métodos tradicionales de elaboración, favoreciendo la aparición de circuitos cortos. El abanico de empresas que entran en este proyecto es muy amplio, puesto que se recogen hasta 15 actividades distintas: elaboración de derivados lácteos; elaboración de derivados cárnicos; elaboración de derivados de la pesca, de la acuicultura y del marisqueo; elaboración de licores, aguardientes y otras bebidas espirituosas; elaboración de sidra y de vinagre de sidra; elaboración de cerveza; elaboración de conservas de frutas, de hortalizas y de setas, así como de zumos y de mermeladas; elaboración de otros productos transformados con origen vegetal (puré de patatas o de castaña por ejemplo); elaboración de miel y de productos apícolas; elaboración de productos de panadería, de confitería y de pastelería; elaboración de harinas; elaboración de chocolate y de derivados del cacao; uso de productos vegetales para infusión y como condimento para alimentación; elaboración de aceite de oliva, y elaboración de conservas y derivados de cría de caracoles.

El decreto prevé que sean reconocidas como artesanas las actividades de personas y de empresas. En este último caso, su trabajo deberá efectuarse de manera respetuosa con el medio ambiente y dando como resultado un producto de características diferenciadas. Los productos que se podrán vender tendrán la consideración de artesanos, de artesanos caseros o de la casa o de montaña.

Por otra parte, dentro de la actividad empresarial se incluyen las microempresas, que no podrán tener más de diez personas empleadas ni superar los dos millones de euros en volumen anual de negocios. También se recoge la existencia de industrias de temporada, en referencia a las que tienen su actividad vinculada con la producción de una determinada estación.

 Sin colorantes

Las empresas no podrán usar potenciadores de sabor o colorantes ni grasas trans o procedentes de la palma o del coco. Los procesos de elaboración tendrán que ser manuales, si bien se admitirá un pequeño grado de mecanización en algunas operaciones siempre y cuando se origine un producto final individualizado. Si una empresa tiene una parte de producción artesanal y otra no, los procesos deberán desarrollarse por separado.

Fijar población en zonas rurales y litorales, uno de los fnes del proyecto

Un propósito de este decreto es la contribución a la diversificación económica de las explotaciones agropecuarias y el aumento del valor añadido de las producciones locales. Con esos fines, de claro perfil económico, se intenta contribuir a otro, la posibilidad de fijar población en zonas rurales y litorales, que tiene ante todo una gran repercusión social. En ese sentido se subrayan las comarcas de montaña como lugares que podrán beneficiarse de este proyecto.

Por otro lado, una característica muy presente en la Galicia campesina y marinera, el trabajo de la mujer, también está presente. El decreto fija como uno de sus fines la visibilización y la participación activa de las mujeres en las dimensiones de la actividad artesanal alimentaria.