Ricardo Uriz: «Hacía 16 años que no me perdía un partido por lesión»

I.MEITIÍN BUJÁN

LUGO

Alberto López

El base navarro del Breogán reapareció en la cancha del Zaragoza y alcanzó los 350 partidos en la ACB

08 feb 2019 . Actualizado a las 18:59 h.

Ricardo Uriz (Pamplona, 1980) vuelve a la carga. Por fin ha dejado atrás los problemas físicos que le impidieron disfrutar del protagonismo esperado en su segunda campaña a bordo del Cafés Candelas Breogán. Volver a vestirse de corto y saltar al campo de batalla junto a sus compañeros fue una «satisfacción enorme» para el base navarro, cuya reaparición en la cancha del Tecnyconta Zaragoza le permitió alcanzar los 350 partidos en la Liga ACB.

-¿Cómo se encontró en su regreso al equipo?

-Bastante bien. No tuve molestias en la zona de la lesión, que es importante, y, sobre todo, me encontré muy feliz por haber vuelto a sentirme jugador de baloncesto. Lástima que no pudiera festejar mi vuelta con una victoria.

-Le falta ritmo, supongo.

-Claro. Aún me queda para estar al mismo nivel que mis compañeros, pero me pudo más el sentimiento de felicidad por haber vuelto que el hecho de no haber podido ayudar un poco más al equipo.

-En 19 jornadas solo ha podido jugar tres partidos, los dos ante el Zaragoza y en la pista del Unicaja. ¿Alguna vez había vivido un calvario parecido?

-Hacía 16 años que no me perdía un partido por lesión. En el 2002 sufrí un problema en el tobillo derecho y estuve fuera dos o tres meses, y los partidos que me había perdido desde entonces fueron por decisión técnica.

-Es duro, ¿no?

-Sí, es muy duro. Las lesiones son lo peor en la carrera de un profesional. El tiempo pasa muy lento trabajando en la sombra para recuperarte y no pudiendo jugar los fines de semana.

-La suerte ha dado la espalda al Breogán con las lesiones desde el primer día.

-Por desgracia la mía no ha sido la única, hemos caído prácticamente todos los jugadores de la plantilla, lo que no es muy habitual. Tantas lesiones han condicionado muchísimo el rendimiento del equipo.

-¿Vivirían más desahogados en la clasificación sin esa plaga?

-Creo que sí. Con la plantilla sana desde el inicio hubiéramos sido un bloque más cohesionado y más fuerte. El ejemplo está en la pasada temporada, en la que apenas sufrimos lesiones y eso se vio reflejado en nuestra trayectoria.

-¿Qué aspecto tiene el equipo desde fuera?

-El mismo que desde dentro. Transmite una imagen de equipo competitivo que nunca se entrega. Hemos dado la cara en prácticamente todos los partidos a pesar de ese condicionante tan importante que son las lesiones.

-Murcia, Obradoiro y Guipúzcoa. Los tres próximos partidos tendrán mucho que decir en el futuro del Breogán.

-A partir de ahora todos los partidos serán tremendamente importantes, si bien es verdad que estos tres en concreto tienen un valor doble porque se trata de rivales directos. Somos conscientes de que tendremos que ganar unos cuantos partidos más para seguir en la ACB y ojalá lo consigamos cuanto antes.

-De esas tres finales jugarán solo una en casa, este domingo ante el UCAM Murcia. ¿Esto preocupa?

-En casa nos sentimos muy arropados y con mucha confianza, pero para alcanzar nuestra meta también hay que ganar partidos a domicilio y tenemos capacidad para hacerlo.

-¿Hubieran firmado llegar a estas alturas de competición con seis victorias?

-Estamos fuera de los puestos de descenso. Después de los problemas que hemos tenido y de ver las plantillas que tienen los otros equipos que también están ahí, algunos de los cuales se han reforzado, creo que tiene mucho mérito nuestra trayectoria.

-Decía que precisan unos cuantos triunfos más para salvar la categoría. ¿De qué cantidad estamos hablando? ¿Seis más, quizás siete?

-Dependerá de los equipos que están por debajo. Si no vuelven a ganar, las seis victorias que tenemos ahora nos llegarían (risas)... La idea es sumar ahora el mayor número de triunfos para evitar llegar con problemas a unas últimas jornadas que pueden ser dramáticas.

«Con mi edad, al final de cada temporada me planteo si seguir jugando o no» 

Uriz tuvo más que celebrar que su reaparición en el encuentro ante el Zaragoza. Con su concurso alcanzaba los 350 partidos en la Liga ACB, repartidos con las camisetas del Tau Cerámica, Fórum Filatélico, Lagun Aro Bilbao, Bruesa GBC, CB Canarias, Iberostar Tenerife, Montakit Fuenlabrada y Cafés Candelas Breogán. «Me hace mucha ilusión», reconoce el base navarro.

-¿Recuerda su debut?

-Cómo no. Yo era un chaval y jugaba en el Tau Cerámica con Sergio Scariolo como entrenador. En un partido ante el Girona, Jordi Millera, que era el segundo base, se lesionó y pude jugar unos 14 o 15 minutos. Creo que fue en diciembre del 98.

-¿Con cuál se queda de esos 350 partidos?

-En esa lista hay partidos muy importantes y especiales. Junto con el del debut, me quedaría con uno que jugué con el Tenerife en Vitoria, que ganamos y además fui el MVP de la jornada con 26 puntos y 35 de valoración. Es curioso porque en Vitoria también había sido mi estreno.

-¿Y de qué encuentro tiene peores recuerdos?

-A lo largo de mi carrera he tenido buenos momentos y otros no tan buenos. Posiblemente sea el del descenso con el Bruesa GBC en la última jornada y perdiendo en casa con el Menorca. Fue un momento muy duro porque veníamos de ascender, me sentía muy identificado con ese club y el público se volcó hasta el último momento. Illumbe, la plaza de toros, estaba a reventar en ese fatídico partido.

-Próximo objetivo: 400 partidos. ¿Es posible?

-Esa es una buena pregunta. Con mi edad, al final de cada temporada me planteo si seguir jugando o no.

-Fue cuatro veces campeón de la LEB Oro, dos con Bruesa, una con Bilbao y otra con el Breogán...

-Cuatro títulos y cinco ascensos a la Liga ACB.

-¿Y cuál fue el que más ilusión le hizo?

-Todos han sido muy especiales. Cada uno de ellos tiene su historia detrás y realmente no podría decantarme por uno.

-¿Ascender a la ACB o permanecer en la ACB? ¿Qué produce más satisfacción?

-Otra buena pregunta. El ascenso implica que has hecho muy bien tu trabajo, que has ganado muchos partidos, que la afición se reengancha... Pero yo también le doy mucho valor a la permanencia y creo que la importancia es prácticamente la misma.