A veces el calendario sufre alteraciones y lo que parecía un partido más se convierte en trascendental y eso sucede con el choque ante el UCAM Murcia de esta tarde en el Pazo, que viene además precedido de derrotas y malas sensaciones. Especialmente la última en Zaragoza, donde el Breogán nos encogió el alma en 30 minutos horribles que le llevaron no solo a perder, sino a instalar de nuevo pavor en el futuro.
Todos los fantasmas que parecían enterrados han resucitado para restar credibilidad a un conjunto al que le están surgiendo muchas grietas o ya existían, y al que 4 victorias consecutivas le habían lavado la cara. A partir de esta noche y durante tres semanas la liga se paraliza en muchos clubes dará comienzo una actividad frenética, entrenadores recién llegados trabajarán a destajo para implantar su filosofía y en las cancillerías lo mismo.
Los conjuntos en problemas, un montón, tratarán de tapar sus agujeros con un fichaje maravilloso. ¿Cuál es el plan del Breogán, va depender del resultado de hoy?. Sería un gran error, si hay que parchear hay que hacerlo suceda lo que suceda y si se entiende que no, o que no hay dinero hay que mantener el tipo sea cual sea el resultado. Lo único cierto es que la victoria concedería una ventaja de dos partidos, un mundo cuando se ha rebajado el ecuador de la competición y la derrota será una piedra al cuello que hará mucho más duro el resto del camino. En esta encrucijada habrá que confiar en el equipo, lastrado por los resultados y por ese inagotable goteo de lesiones que se producen cada semana. ¿Porqué tantas y de tan larga duración?. Que el Pazo y el equipo obren un milagro, que donde no lleguen las fuerzas llegue el corazón y que pase lo que pase los que tienen que tomar decisiones lo hagan con valentía.
Menos convenios y más remedios. Que todo salga bien esta tarde y vayamos felices al parón