Triunfo para la esperanza

Ricardo Hevia LUGO .

LUGO

Sara Gordon

30 mar 2019 . Actualizado a las 22:01 h.

Una noche de fiesta después de tantos finales amargos, además del ritmo que con el cambio de entrenador pasa a ser santo y seña, el equipo no se perdió por primera vez lejos de Lugo en un final angustioso, nunca miró de lejos al rival, lo tuvo siempre a tiro y en las dos o tres defensas decisivas todos trabajaron por cerrar el camino del aro, algo que tantas veces fue un tormento. Y la suerte ese factor importante que no se había vestido de azul en toda la liga no nos fue esquiva, el postrero triple de Redivo fue una bendición y estableció una distancia que cortocircuitó a la Penya. Menos mal que Lucio, afortunadamente, sigue en Lugo, cuando alguien pedía su salida inmediata para Buenos Aires. En el inicio del partido, una vez más, nos machacaron la canasta con bandejas, poco a poco todo fue cambiando, se centró la defensa, fueron apareciendo contraataques y hasta Laprovíttola fue reduciendo su influencia, marcado por diferentes defensores, se empezaba a adivinar que aquello se resolvería a última hora y así fue, todo lo importante sucedió al final, pero si ante Fuenlabrada el tiro libre fue un lastre, ayer fue la salvación, 18 de 20, un 90% de acierto. El triple de Redivo al final de la posesión y dos rebotes cruciales en defensa certificaron que efectivamente este equipo no estaba muerto. Debutó McCallum y lo hizo fiel a su estilo, magnífico penetrador, un buen físico que tiene que ayudar a mejorar la defensa y sin duda eleva el nivel de una posición clave.

Por fin una alegría que se merecen la afición y los propios jugadores, los grandes sufridores de un año duro, como estaba previsto, pero que por el desarrollo de algunos partidos con menos victorias de las que el equipo merecía.