Investigan un caso de posible abandono de perros en Láncara

La Voz LUGO

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Agentes medioambientales tuvieron conocimiento de que su dueño llevaba días fuera

13 abr 2019 . Actualizado a las 20:06 h.

Agentes medioambientales se presentaron ayer a primera hora de la tarde en una aldea del municipio de Láncara alertados sobre un caso de posible abandono de animales. Al llegar allí los agentes de Medio Ambiente se encontraron con que en la finca anexa -y cerrada- a una vivienda, había siete perros que, según les habían manifestado, habían estado durante varios días sin el cuidado de su dueño.

El propietario de los animales se habría marchado para Madrid el 1 de abril, dejándoles comida y agua a los canes, y no habría sido hasta el pasado jueves cuando contactó con vecinos de su aldea para que acudiesen a echarles más comida a los perros. Ayer, los animales tenían varios sacos de pienso a su disposición y agua en barreños, si bien se trataba de la comida que habían lanzado los vecinos al interior.

Al recibir el aviso de la protectora, los agentes medioambientales procedieron a levantar acta. En ella hicieron constar que les habían dicho que había ocho perros en el lugar, cuando ayer solo se veían siete. Una de las puertas que daba acceso a la vivienda se encontraba abierta, por lo que cabía la posibilidad de que el octavo se encontrase dentro, aunque en toda la tarde no llegó a aparecer.

En el lugar se personó también el alcalde de Láncara, que avisó a la Guardia Civil por si era necesaria su presencia. Mediada la tarde, contactaron telefónicamente con el propietario de los animales que dijo que había avisado a unos vecinos para que le echasen comida a los perros, y que él volvería a principios de la próxima semana. Asímismo, dio permiso para que entrasen en la finca y pusiesen a cubierto los sacos de pienso para evitar que se estropease si llovía.

Hasta el lugar se acercaron también miembros de la protectora Garatuxa, de Outeiro de Rei, que comprobaron también cómo se encontraban los perros. La veterinaria en cuestión señaló que en un primer vistazo los animales no tenían sarna ni lesiones importantes y que eran afables. Así lo constataron también los agentes de la Guardia Civil que se personaron. De hecho, se vio a los animales interactuando con normalidad con las personas que entraron en el recinto.

Los agentes medioambientales tenían previsto trasladar su acta a la jefatura, y a partir de ahí se estudiaría si se cursaba denuncia. Aunque en un primer vistazo los animales no tenían mal aspecto, el hecho de llevar once días sin cuidado de su dueño es una situación que se tendrá en cuenta.

A mayores de los animales que se encontraban en el recinto anexo a la vivienda, los agentes medioambientales tuvieron constancia de que otros cinco perros se encuentran en estado salvaje en el monte próximo.