Por fin una alegría

Ricardo Hevia LUGO .

LUGO

Óscar Cela

21 abr 2019 . Actualizado a las 23:50 h.

Comenzó el Breogán de colista y puede pasarse la semana plácidamente fuera de los puestos de descenso, pero además si el 2 de mayo en Murcia se produce un resultado normal el valor del triunfo de ayer puede ser incalculable. Se hace inevitable volver la vista atrás y pensar si se parecen en algo los legionarios del Pazo a los turistas de Madrid, por que el Breogán frente a Unicaja fue un grupo de profesionales comprometido, un equipo que, incluso en los momentos menos brillantes supo seguir jugando duro, que a las pérdidas y errores respondió siempre con una defensa implacable que minimizaba los daños, con una capacidad de rebote tremenda, 44 en total 17 ofensivos, algo asombroso, explotando así quizás la mayor debilidad del Unicaja, la fragilidad de su juego interior, con un inmaduro Lessort, que además de su físico tendrá que aprender a jugar y Sermanidis, al que de repente parecen haberle caído encima veinte años. Los puntos conseguidos en la pintura lo dicen todos, doce los andaluces, treinta el Breogán.

También en medio de la alegría, del buen partido y de las caras de felicidad algo quedó claro, que Ray McCallum vino para cambiar la cara del equipo, para ser jugador franquicia en definitiva y que Gerun es la columna vertebrar de todo, por presencia y por espíritu, asombra su progresión, y que a Ochefu habrá que buscarle alguna posibilidad en ataque, tiene físico, lo demostró ante Lessort, nos hacía falta un hombre grande que sepa jugar cerca del aro, en ataque de momento su trabajo es bloquear, pero puede hacer más cosas y hay que decirle a Cvetkovic que valió la pena que llegara desde Belgrado aunque solo fuera para meter aquel triple milagroso.

En fin, final feliz, fuera del descenso y la primera de las batallas saldada con victoria, la visita del archipiélago canario marcará el futuro del equipo.

Por fin una alegría para continuar en la lucha.