«Reutilizar su pelo les permite conservar algo»

María Guntín
maría m. guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

Carlos Castro

Esta mujer realiza en su tiempo libre pelucas y prótesis para a la Asociación Española Contra el Cáncer

26 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Mara Balseiro siempre quiso ser peluquera. Lo suyo es pura vocación. Tanta que, en su tiempo libre, hace pelucas y prótesis oncológicas en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer. Normalmente, la AECC envía el pelo que recibe a través de las donaciones a Madrid, y es allí donde se crean las pelucas y se distribuyen en función de distintos criterios. Mara es una de las pocas personas de Galicia que, de esta forma tan especial, ayuda a dignificar la vida de las mujeres que sufren cáncer. Porque el pelo no es solo pelo. Es un símbolo de identidad, un escaparate ante el mundo, y perderlo a veces implica que muchas mujeres no se reconozcan al mirarse en el espejo y no se sientan deseadas sexualmente hablando. Y la autoestima y el amor propio son dos factores importantes, y más tras recibir una noticia dolorosa e instantánea.

Pelucas con tu propio pelo

De todo esto podría hablar Mara durante horas. Hay mujeres que acuden a ella para cortarse el pelo con la esperanza de reutilizar su propio cabello y realizar con él su prótesis o peluca. Esta peluquera es la encargada de acompañarlas mientras luchan contra el cáncer y también de realizarles algo que les guste y les resulte cómodo. «Esto es muy importante, porque cuando ves a una mujer sin pelo por la calle, la miras aunque no quieras. Y la miras con pena», explica Mara.

Mara tuvo una asignatura de peluquería oncológica y eso despertó en ella algo que ya no desapareció. Sintió ganas de ayudar a aquellas mujeres que sabía que estaban pasando por un momento duro y difícil. «Quería que los conocimientos sirviesen para algo y que no se destinasen solo a un examen, por eso vine a la asociación y me ofrecí voluntaria», cuenta esta peluquera.

Carlos Castro

Cuando puede, acude a la AECC a recoger el pelo y se lo lleva a su casa. Allí tiene sus herramientas, cosecha su paciencia y organiza los cabellos en su rincón de trabajo. Primero convierte la coleta de pelo que recibe en extensión. Para hacer una peluca, necesita al menos 2 o 3 trenzas, lo que implica, en el mejor de los casos, dos días de trabajo. Normalmente son 20 las horas que Mara dedica a crear pelucas oncológicas y todo en su tiempo libre y de forma desinteresada.

Después, todo lo va cosiendo a una especie de casquillo, extensión por extensión, y con la ayuda de su inseparable máquina.

En el caso de las prótesis, la base es la misma y, en ocasiones, puede realizarlas con el cabello de la clienta. «Normalmente las rapo yo, y así aprovecho el pelo al máximo. Darles la opción de que reutilicen su pelo es algo que las anima porque significa mantener algo suyo», reflexiona Mara. «La gente es muy agradecida. Muchas veces son ellas las que te animan a ti y no tú a ellas», explica esta mujer.

A veces, esta mujer se reencuentra con chicas a las que anteriormente les hizo una peluca o una prótesis y que ya han superado la enfermedad. «Las pelucas se pueden reutilizar para hacer extensiones y, aunque todavía es algo que no he hecho, sé que lo haré», cuenta Mara.

Las donaciones

La solidaridad fluye y es contagiosa. Así lo demuestran algunas de las clientas de Mara, que acuden a la peluquería a donar su cabello con el propósito de dárselo a otras mujeres que, por el tratamiento que reciben, han perdido su pelo. «Es bonito por ambas partes. Las que lo donan saben que otras mujeres van a llevar su cabello. Y las que adquieren una peluca, saben que alguien lo ha donado para ellas», explica Mara.

Y es que sin la ayuda desinteresada de Mara y sin la labor de la AECC, a las mujeres que precisasen comprar una peluca de cabello natural, esta no les costaría menos de 500 euros. Además, la mayor parte de las donaciones las realizan jóvenes de entre 15 y 40 años, ya que es en esta franja de edad cuando las mujeres acostumbran a tener el pelo más largo. A la hora de donar, hay que tener en cuenta que todo el pelo es válido, y que cuanto más largo, mejor, con un mínimo de 20 centímetros.