El jugador lucense se ha visto de forma inesperada en el paro por el ERTE aplicado en el conjunto balear, una medida que «tomarán muchos equipos»
24 mar 2020 . Actualizado a las 17:44 h.El deseo de muchos breoganistas de volver a ver juntos con la camiseta celeste a los hermanos Quintela podría hacerse realidad la próxima temporada. Erik, el mayor de la saga, confiesa que la posibilidad de regresar al Leche Río Breogán está muy presente en su planes después de que el coronavirus haya frustrado, al menos de manera provisional, el entusiasta proyecto en el que estaba involucrado en tierras baleares. «En estos momentos, hablar sobre el futuro no tiene mucho sentido, pero si no sigo en el Palma, volver a Lugo sería una de mis prioridades», confiesa el jugador lucense desde su casa en Mallorca, donde cumple con el confinamiento «a rajatabla» mientras trata de asumir la medida aplicada por el club para salvaguardar su economía. El The Travel Brand Mallorca-Palma, donde cumplía su segunda campaña, ha llevado a cabo un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) que le ha dejado sin trabajo. «Son tiempos difíciles para todos y entiendo que el club se haya visto abocado a esto. Con esta fórmula se garantiza su viabilidad para la próxima temporada», expuso el base lucense, cuyo contrato expira al término de una temporada que duda que vaya a continuar. «Si la liga se reanuda volveríamos al equipo y tendríamos derecho a cobrar una parte proporcional al tiempo de inactividad, con pagas que van desde los 600 a los 1.000 y pico euros en función de las cargas familiares y demás de cada uno, mientras que si se suspende definitivamente pasaríamos directamente al paro», explicó. «Después de los plazos que ha marcado la ACB, con el aplazamiento hasta finales del mes que viene, tengo más dudas acerca del futuro de la LEB Oro, pero la cosa pinta mal y todo apunta a que no se reanudará», añade el playmaker lucense, quien teme que la medida adoptada de momento por el Levitec Huesca y el Palma será por la que se inclinen la mayoría de los clubes de esta y otras competiciones. «Esta crisis también afecta a los patrocinadores y eso se traslada a los equipos», comenta.
Erik Quintela estaba siendo uno de los mejores baluartes de un Palma que inició la competición como el rival a batir, con un presupuesto cercano al millón y medio de euros, y que en el momento de la suspensión estaba lejos de sus expectativas, al igual que el Breo se su hermano Sergi.