Juan Carlos Rivas: «Tengo la esperanza puesta en la reunión con el Secretariado Gitano»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

Juan Carlos estuvo un día en huelga de hambre
Juan Carlos estuvo un día en huelga de hambre ALBERTO LÓPEZ

El lucense, que estuvo en huelga de hambre para denunciar una convivencia infernal con sus vecinos, sigue esperando soluciones

08 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Carlos Rivas es un vecino de la Avenida da Coruña que estuvo la semana pasada en huelga de hambre frente al Concello de Lugo. Durmió una noche en la Praza Maior, tras un año de convivencia infernal con sus vecinos. Según relató a La Voz, Juan Carlos llamó a la Policía Local en varias ocasiones para denunciar las fiestas que realizaban sus vecinos en el piso que está justo encima del suyo. Sin embargo, las noches para este lucense y para su familia son infernales y nunca pueden dormir antes de las tres de la mañana. Por ello, Juan Carlos decidió empezar una huelga de hambre, de la que, explica, aún se está recuperando.

Historial de llamadas

Ahora, el lucense ha entregado su historial de llamadas para justificar los telefonazos a altas horas a la policía y, como consecuencia, explica él, el Concello le responderá con las actas de las actuaciones. «Las esperanzas son pocas porque los servicios sociales los defienden. Tienen dos niños pequeños, y lo saben. Soy un rehén y la ley los ampara a pesar de su incivismo», explica Juan Carlos. Pero la luz al final del túnel la vislumbra mirando hacia el Secretariado Gitano. Según explica, el Concello hará de intermediario para concertar una reunión entre el afectado y sus vecinos y para poder así sacar alguna solución. «Pero primero y para creerlo, aún tengo que verlo. Ojalá la reunión dé sus frutos», añade. Además, desde el consistorio le dijeron la semana pasada que lo iban a llamar, pero por el momento, aún no se han puesto en contacto con él para solventar esta trifulca.

Los próximos pasos de este lucense consisten en presentar una denuncia en servicios sociales de la Xunta y del Concello. En el juzgado, la acusación está presentada desde hace una semana. «Sin embargo, sé que este último trámite se va a demorar al menos un año porque va muy despacio», añade desesperado el hombre.

Juan Carlos quiere solucionar todos los trámites burocráticos en lo que queda de semana, porque cree que solo así podrá agilizar una solución que cree que aún tardará en llegar. Estos días, la situación en su casa es parecida a la que vivía antes de iniciar su huelga de hambre. «Mis vecinos no van a cambiar sus hábitos de vida de un día para otro, por lo que seguimos igual», añade convencido este lucense.