El hospital lucense se llenó de globos para celebrar el Día Mundial del Corazón
30 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La Unidad de Rehabilitación Cardíaca del HULA se llenó ayer de detalles, globos, y sonrisas para celebrar el Día Mundial del Corazón. Allí, a la cabeza de este servicio creado en el año 2014 y a pie de la guerra del día a día está la fisioterapeuta Marta Cerecedo, las enfermeras María José Ferreira Y Carmen Coria y la doctora Eva Pereira. Además, forman parte de la unidad otras cuatro personas que incluyen psicóloga y otros dos fisioterapeutas.
La Unidad de Rehabilitación Cardíaca del HULA lleva dos años en su nuevo emplazamiento. «Aquí ganamos espacio y también puestos», explican. Por aquí pasan personas que han sufrido un infarto u otro tipo de evento cardíaco y que tienen que aprender a cuidarse y comenzar a adquirir hábitos saludables. El año pasado, estas profesionales atendieron a más de 200 pacientes de entre 32 y 83 años, aunque la edad media se sitúa en torno a los 60. Un año después, desde que salen de aquí, los usuarios se someten a un seguimiento, aunque la puerta está abierta a posibles «dosis de recuerdo».
En rehabilitación cardíaca hay tres turnos de trabajo, con cinco pacientes cada uno, cifra que también se ha reducido para cumplir con las medidas que exige la pandemia de coronavirus. A diario, los pacientes trabajan mano a mano con fisioterapeuta y enfermera en el gimnasio que conforma esta unidad. «Eu estou con outra enfermeira en consulta. Antes de que os pacientes comecen o programa, facémoslles probas de esforzo», explica la doctora. Es entonces cuando la enfermera y la fisioterapeuta hacen una pequeña entrevista y revisan lo factores de riesgo. Después, la fisio hace un plan de entrenamiento personalizado, «convencémolos de que teñen que moverse, cun programa de exercicio aeróbico e tamén de forza», cuenta.
Cada sesión dura aproximadamente una hora y el programa es de unas ocho semanas, aunque todo depende del paciente y la terapia también se puede concentrar. Aquí se trabaja en grupo, pero el trato es personalizado para cada uno.
Enfermedades previsibles
«La enfermedad coronaria es inmensamente prevenible, aquí lo que se trata es de controlar la enfermedad y los factores de riesgo. No forzamos a nadie porque el corazón necesita mucha calma», explican las enfermeras. Eso sí, se centran en entrenar a los pacientes «para que se sientan seguros y sepan que son ellos los que controlan la enfermedad». En definitiva, estas sanitarias de primer nivel pretenden crear personas autónomas y mentalizarlas de que el sedentarismo, el tabaco, la obesidad o el sobrepeso y la mala alimentación son malos para el corazón y para todo lo que tiene que ver con este. Así, cuidar, curar y atender son los pilares de esta unidad.