Lucenses que se saben las normas anticovid, pero que ponen excusas

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

La policía advierte en caso de detectar una primera infracción en un control, pero multa duramente la reincidencia
La policía advierte en caso de detectar una primera infracción en un control, pero multa duramente la reincidencia Óscar Cela

El primer aviso no suele conllevar multa, pero la repetición se castiga, dicen los agentes

24 nov 2020 . Actualizado a las 13:10 h.

Los tres cuerpos de policía de Lugo -Local, Nacional y Autonómica-, lo tienen claro: después de tantos meses de pandemia, la ignorancia y la confusión de las medidas ya no sirven como excusa en los controles. Más todavía, cuando ya han comprobado que algunos ciudadanos han sido reincidentes en este tipo de delitos. Desde la Policía Nacional, hacen una distinción en dos grupos, los reincidentes y los que actúan por desconocimiento. En el primero, utilizan justificaciones falsas, retuercen la ley con casuística ambigua o circulan por carreteras secundarias para esquivar controles. Tanto es así, que los agentes han tenido que pasar de solo ocupar las principales entradas a Lugo a controlar también las vías menos conocidas. «En general, la gente no busca saltarse la ley, pero hemos visto bastantes casos en los que sí», concluyen. En el segundo grupo, los agentes intentan tener «algo de mano izquierda», según cuentan desde la Policía Local. «Hay quien se confunde de verdad, porque se lo ves en la cara. Por ejemplo, mezcla las medidas del toque de queda con las del cierre perimetral. Eso, a estas alturas, ya no podemos dejarlo pasar», comentan. De todas formas, confirman que, tras una primera infracción, los agentes advierten al conductor, no sancionan. A partir de la segunda, sin embargo, los castigos son muy duros, con multas de hasta 30.000 euros. «Creemos que la gente ya conoce las medidas, porque hemos resuelto muchas dudas todos los días por teléfono», dicen desde la Policía Nacional.

Visitar a la familia o traslados para alimentar animales, las justificaciones más frecuentes

Según los agentes, la mayor parte de las explicaciones que dan quienes son interceptados en los controles están relacionadas con la actividad en el rural. Dar de comer a unos animales, ir a visitar a la familia, algún recado en la aldea... Son varias las excusas, pero ninguna válida sin el permiso adecuado. Según la Policía Autonómica, en estos casos, la reincidencia no suele ser tan frecuente, pero se siguen detectando casos.

Sin embargo, para los cuerpos de seguridad, el mayor problema no sucede en los controles del cierre perimetral, y sí en las medidas urbanas. «El problema con las reuniones de no convivientes, que están prohibidas, es que son muy difíciles de detectar», reconocen desde la Policía Local de Lugo. «Solo podemos actuar en estos casos cuando tenemos un aviso por ruido, por ejemplo», explican.

En cuanto al resto de restricciones, como el toque de queda, el cierre de la hostelería o la prohibición del deporte no individual, la sensación general entre los agentes es la de que se respetan correctamente. Es posible que se deba a lo evidente que resulta saltárselas, indican los agentes. «Es muy llamativo cuando alguien va por la calle a partir de las once de la noche, así que a casi nadie se le ocurre incumplir esa medida», comentan. En el caso de la hostelería, las denuncias han sido mínimas. La aparente «confusión» que algunos conductores utilizaron puntualmente en los controles para explicar que iban a consumir a un restaurante fuera de Lugo —asumiendo que sí podían salir del concello si era para ir a locales de fuera, que permanecen abiertos— fue la única nota reprochable en este sentido.

Uno de los puntos más conflictivos es el polígono de O Ceao. La cantidad de tránsito de entrada y salida «preocupa» a las autoridades, ya que el trabajo industrial de la zona conlleva un riesgo a la hora de contagiarse y a la hora de trazar los contactos cuando alguien da positivo.

Los estudiantes, «un grupo que no da problemas»

Los estudiantes han sido uno de los estratos de la población con más protagonismo desde el inicio de la segunda ola de la pandemia en septiembre. Las acusaciones que los situaban como principales causantes de los repuntes han sido, de nuevo, desmontadas. Esta vez, por parte de la propia policía. Los agentes piensan que los jóvenes son «un sector que, generalmente, no da ningún tipo de problema», y recalcan que su mentalidad es «correcta y responsable».