En cuanto a la declaración de la joven ante la jueza, fuentes de la investigación explican que su relato fue fluido y coherente, pero que la gran presencia de lagunas en su testimonio con respecto a la noche de los hechos impidió reconstruir aquellas horas con claridad. Este fue el principal motivo por el que, a pesar de que la joven afirmó que lo último que recuerda es estar con el sospechoso en la zona de los vinos de Lugo, no se pudo ordenar la detención del presunto autor.
Esta es, precisamente, la última imagen clara que la joven tiene del día de los hechos. Ante la jueza, con la que habló por videoconferencia, la supuesta víctima confirmó que había conocido al joven esa misma noche y que había tomado algo con él en el centro de Lugo. Después de eso, el vacío. Recuerda que la última persona con la que estuvo era este joven, pero su memoria no se vuelve a aclarar hasta que se encontraba ya en el patio interior de uno de los edificios cercanos a la Porta de San Fernando, tras haberse precipitado desde 12 metros de altura.