Niega haber violado a una joven aunque el examen médico encontró restos de su ADN en la víctima

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

El acusado, M. H. B. P., en la Audiencia Provincial.
El acusado, M. H. B. P., en la Audiencia Provincial. a. siso

La Fiscalía pide siete años de cárcel para un vecino de Monforte acusado de abusar sexualmente de una mujer con discapacidad psíquica en el 2019

13 ene 2022 . Actualizado a las 23:02 h.

«Jamás fui con ella al campo de la feria. No la conocía de nada hasta ese día, y no quería saber nada de ella. Es imposible que tuviese relaciones con ella». Así se defendió ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Lugo M. H. B. P., el vecino de Monforte al que acusan de violar a una joven discapacitada en mayo del 2019.

El juicio se celebró en la mañana de ayer en la Sala Segunda de la Audiencia de Lugo. El acusado se enfrenta a una pena de siete años de prisión. La Fiscalía solicita este castigo tras acusarlo de un delito de abusos sexuales. Además, pide para él una pena de libertad vigilada durante cuatro años, la obligación de participar en un programa de educación sexual y una orden de alejamiento de 300 metros de la víctima.

Según el relato de la fiscala, la víctima, que presenta un «déficit intelectual, trauma de apego y trastorno mental grave», residía en un centro de asistencia a personas discapacitadas en Monforte. El acusado, aquel día, le ofreció «ir a dar un paseo» al campo de la feria de la localidad monfortina. Fue entonces cuando, «tras aprovecharse de la discapacidad de la víctima», mantuvo relaciones sexuales con ella. Según el escrito, «le bajó los pantalones y la ropa interior, y la penetró en repetidas ocasiones hasta que eyaculó, insistiéndole a la víctima en que no debía contar nada».

El testimonio del acusado, sin embargo, rechazaba la mayor parte de este relato. Según su versión, que fue la primera que escucharon los miembros del tribunal, el hombre no conoció a la joven hasta el día de los hechos. «Yo iba de visita al centro de vez en cuando, porque tenía amigos que vivían allí. Yo a esta chica la conocí aquel día porque me la presentó una amiga que vivía con ella, pero nunca nos fuimos los dos solos fuera del centro», afirmó.

Por lo tanto, negó también haber mantenido relaciones sexuales con ella, mucho menos sin el consentimiento de la joven. Al ser preguntado por el juez sobre el motivo por el que, si era cierto que no había sucedido tal abuso, la joven lo había denunciado, él declaró que «algún amigo suyo o mi exnovia [que reside también en ese mismo centro y tiene buena relación con la denunciante] la convencerían para hacerlo».

Finalmente, y contestando a una sola pregunta por parte de su abogada, confirmó que era consumidor habitual de drogas desde hacía «dos o tres años».

Sin consentimiento

La comparecencia de la presunta víctima añadió más detalles a la versión de la Fiscalía. La joven, que dio testimonio tras un biombo que lo separaba de su supuesto agresor, se reafirmó en su primera declaración: «Me llevó a uno de los barracones del campo de la feria y me quitó la ropa. Luego... lo hicimos». Explicó que «no usó preservativo» y que «solamente me dejó cuando había acabado y le dije que parase».

Según su testimonio, ella «no quería» mantener relaciones con el acusado, que «llegó a pedirme perdón» después de lo sucedido. Al culminar la relación, el acusado se habría vestido y se habría marchado, igual que hizo la víctima. Ella, sin embargo, fue directa al Hospital de Monforte, donde recibió un chequeo médico y denunció la agresión.

La joven ya no reside en el mismo centro. Sin embargo, afirmó no haber perdido el contacto con el supuesto agresor: «Hablamos por el móvil varias veces desde entonces. Él me dijo que fuese de visita al centro en donde vivía antes, pero ya le dije que no puedo porque ahora estoy en otro. Después del último día que nos vimos me preguntó si iba a ir al juzgado, si estaba enfadada con él, si me quería ir a vivir a su casa...»

El informe forense

La estrategia de defensa del acusado, en resumen, se basó en negar los hechos de los que se le acusa. Solo admitió haber conocido a la joven en una de las visitas que había hecho al centro de Monforte, pero jamás reconoció haber ido con ella a solas.

Sin embargo, el informe médico del forense que la atendió en el hospital después de los hechos podría poner en duda la veracidad de esa versión. La Fiscalía, en un momento del juicio, le preguntó al acusado que cómo era posible que el informe del forense afirmase que se habían encontrado restos de semen cuyo ADN se correspondía con el suyo en las partes íntimas de la víctima. Él, simplemente, se ciñó a su relato, afirmando que eso era «imposible».

El juicio quedó visto para sentencia tras la intervención de algunos agentes de la autoridad que participaron en la investigación, y que se entrevistaron con varios internos en el centro de Monforte. Algunos de ellos, según uno de los policías, «afirmaron que vieron irse juntos al acusado y a la denunciante fuera del centro el día de los hechos».