El único camino

Miguel García
Miguel García LUGO / LA VOZ

LUGO

CARLOS CASTRO

14 may 2022 . Actualizado a las 20:51 h.

Cada temporada que comienza, hay un pensamiento positivo y otro negativo. El positivo, «vamos a disfrutarla», «mira como y dónde están los vecinos». El negativo, «y si es la última», «y si se nos hace muy larga la liga», «y si no arrancamos».

También está la perspectiva del sufrimiento o de la tranquilidad. Independientemente del desenlace, de como acabe todo, lo que sí parece seguro, visto el histórico es que la angustia está garantizada. Queda lejos agosto como para recordar las cuentas que se echan, las cábalas, las conjeturas, las suposiciones, los cálculos. Las apuestas con los amigos. Las dudas con los fichajes. El cierre de mercado queda cerca y no hay movimientos.

Los partidos de pretemporada generan desconfianza en la parroquia. En fin, mil y una situaciones que se viven año tras año pero que siguen provocando incertidumbre, desasosiego y recelo en el aficionado que quiere todo y al instante como si en nuestra vida cotidiana manejáramos todas las circunstancias a la perfección. Es el fútbol, bendito fútbol, el que nos une, también el que no distancia, el que nos hace felices, también el que nos cabrea.

Hay muchos sinónimos para la palabra objetivo. Enumeremos algunos: meta, finalidad, propósito, intención, deseo. Este equipo lo ha conseguido. Ha alcanzado la meta que perseguía. Lo ha hecho porque tenía el propósito y a todo propósito le tiene que acompañar inexorablemente la voluntad y la determinación. Ha tenido siempre la intención y a toda intención tiene que unirse el empeño. Le ha acompañado el deseo y este se vincula a la pasión y ambición que han sido señas de identidad permanentes en este conjunto.

Otro año más estará este club entre los cuarenta y dos elegidos del fútbol profesional. Se une el ascenso del filial a una categoría similar en la que transitó el primer equipo durante muchos años. El juvenil vive permanentemente desde hace tiempo como inquilino de la máxima categoría. Estos son los datos y los resultados. Queda la fiesta, la euforia, la celebración. Después el análisis, la revisión, la autocrítica, la crítica.

Más tarde las decisiones, qué, como, cuándo y dónde, mejorar, prosperar, progresar, ilusionar. También unir, reforzar y fortalecer la relación con la afición. El vínculo social es trascendental para que exista una correspondencia afectiva entre club y abonado. La percepción y entendimiento mutuos es el camino, es el único camino. Cada cual tendrá que recorrer el suyo para encontrarse, cada uno en su responsabilidad, que ninguno eluda la suya para que dentro de un año podamos celebrar, «otro año más y van…».