Al caer la tarde

Emilio R. Pérez LUGO / LA VOZ

LUGO

19 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Siempre dije que aquí en el alto pilla cerca el cielo. Y es cierto. En serio. No quiero decir con ello que los de Garabolos, porque sí, gocemos de algún tipo de prebenda con respecto a los del centro; un enchufe en plan político corrupto, por ejemplo. No, no es eso; en ese aspecto cada cual ha de lidiar consigo mismo y presentar currículo llegado su momento. Me refiero a mi experiencia personal en mi ventana aquí en el alto. Le cuento.

En los días que hay tormenta a la caída de la tarde, esas tardes de verano o primavera en que el aire huele a hierba y a mojado, yo me siento espiritualmente cerca de ese cielo cabreado, y tras un trueno tras otro dale que te pego sin dar tregua, también yo me cabreo y voy y le digo: ¿es que no sabes comportarte? ¿Es esa la cara que algún día he de encontrarme cuando al fin te vea? Y, oiga, cuando estoy muy concentrado en ocasiones me contesta. ¿Y sabe qué me dice? Pues unas veces una cosa y otras otra. La última conversación que tuve dijo esto: Mira, muchacho, tú créete lo que quieras, pero en lugar de hacerlo hacia aquí arriba como un parvo cada tarde que hay tormenta, mejor te miras dentro. Eso me dijo el cielo.

Verá. A mí me gustaría que llegado mi momento alguien pusiera esta inscripción sobre mi lápida: “Hasta aquí hemos llegado, y a partir de este momento Dios dirá”. Sí, no está mal, me gustaría ese epitafio. Espero que me esté esperando por ahí arriba y que resuelva mis preguntas. Eso espero. Porque mira que si no es así, mira que si esta mierdosa vida no ha servido para nada…, cuántas veces he hecho el parvo, cielo, cuántas al caer la tarde los días de tormenta me has tomado el pelo.