El suplicio de cruzar la vía en Guitiriz

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS GUITIRIZ / LA VOZ

GUITIRIZ

SUSO PENA

El puente que inutilizó tres pasos a nivel está a oscuras, mientras el Concello carece de datos sobre obras anunciadas

10 sep 2017 . Actualizado a las 13:03 h.

La vía del tren aún sigue siendo casi una barrera en algunas zonas de Guitiriz. Si se compara la situación con la de hace varios años, se han suprimido pasos a nivel en algunos lugares del municipìo; si se analizan los resultados, hay carencias que hoy, años después de su ejecución, todavía no se han resuelto.

El puente que salva la línea del ferrocarril en el centro de la localidad, construido para superar la situación que se presentaba con la existencia de tres pasos a nivel en el casco urbano, aún arrastra deficiencias que ya se observaban cuando entró en funcionamiento, en la primavera del 2015.

El alumbrado no funciona, algo que sobre todo contrasta con las dimensiones de la obra y que se hace más evidente por tratarse de una zona elegida por vecinos que salen a pasear. La calle que canaliza el tráfico desde el centro, la Rúa Xermolos, tiene una serie de deficiencias para las que el gobierno local espera una solución desde hace dos años, aunque sin resultados hasta ahora. Las obras que el Concello espera están relacionadas con mejoras en el entorno de la calle, en donde las próximas mejoras, pendientes solo de tránites relacionados con otras administraciones, se realizarán con fondos propios: en esa calle y en la Rúa das Lameiras se invertirán próximamente unos 22.000 euros, aportados por el Concello, según explicó la alcaldesa, Regina Polín.

La obra que supuso la construcción del paso a nivel aún está pendiente de entregar. El viaducto sobre la línea férrea pasará a depender de la Diputación, puesto que forma parte de una carretera perteneciente al organismo provincial. El Concello, por su parte, se niega a recibir la obnra mientras no se solventen las deficiencias en la Rúa Xermolos, aunque la alcaldesa mostró ayer una sensación de cierta resignación, como si al gobierno local, finalmente, no le fuese a quedar más opción que aceptar los trabajos pese a algunas deficiencias.

Las obras del paso elevado se iniciaron en el verano del 2013, casi siete años después de que el organismo Administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif) anunciase una inversión de más 2,2 millones de euros. La imposibilidad de construir un paso subteráneo -habría que instalar un bombeo por el agua que se acumularía y ninguna administración asumía el coste- y los escollos derivados de la solución finalmente adoptada -fue difícil localizar a todos los dueños de terrenos afectados- fueror demorando el inicio.

A principios de año se anunció la inclusión del municipio en un nuevo plan de supresión de pasos a nivel, que se llevaría a cabo en varias comunidades autónomas. El lugar elegido para afrontar las obras es Parga, en donde aún quedan tres y en donde algunas de las medidas de este tipo suscitaron, hace años, rechazo vecinal, lo que llevó al Concello a asegurar que rechazaría cualquier plan que no contase con el visto bueno de la población.

En este caso, por ahora no hay oposición ni aceptación del Concello de Guitiriz, una postura que se explica por la falta de información sobre este asunto. La alcaldesa dijo ayer que no había recibido de Adif ninguna comunicación sobre los trabajos previstos en Parga, con lo que parece avecinarse otro largo compás de espera antes de la aparición de soluciones concretas.

El Ayuntamiento desconoce qué planes se manejan para Parga