El agua de Guitiriz vuelve a salir turbia, aunque el Concello descarta problemas para la salud

X.M.P. GUITIRIZ / LA VOZ

GUITIRIZ

SUSO PENA

La alcaldesa anima a los vecinos a comunicar cualquier anomalía que se observe

20 ago 2019 . Actualizado a las 19:19 h.

Los problemas de turbidez del agua de la traída de Guitiriz han reaparecido meses después, aunque por ahora no suponen una amenaza para la salud. La alcaldesa guitiricense, Marisol Morandeira, reconoció ayer que vecinos de la localidad habían informado de que el agua salía más bien amarilla en los grifos, e incluso animó a la población en general a comunicar al Concello cualquier contratiempo que se observase.

Como en otras veces, la situación se debe a altos niveles de hierro en el agua. Por ahora, de todos modos, los análisis no han recogido anomalías y los niveles de hierro se mueven dentro de índices normales. El Concello contactó con la empresa que hace meses colocó filtros en la potabilizadora para que revise las instalaciones y subsane cualquier posible defecto.

La situación tiene un precedente con lo ocurrido el pasado otoño. En octubre se descubrió que los niveles de hierro rebasaban lo normal, y el Concello informó entonces de la imposibilidad de consumir el agua de la traída, que llega al casco urbano y a los alrededores procedente del embalse de San Juan. El problema duró casi dos meses, y la imagen de vecinos acudiendo a fuentes de la zona rural y de hosteleros cocinando con agua embotellada se hizo habitual.

El asunto tuvo también una vertiente en la política local. Por un lado, el concejal del BNG, Xosé Lois González Souto, llevó al pleno de octubre varias muestras de agua para mostrar públicamente lo turbia que salía y elproblema que ello suponía. Por otro, se acordó solicitar la limpieza del embalse por considerarse que los altos niveles de hierro eran consecuencia del paso del agua por el embalse, adonde llega procedente de manantiales y de pequeños arroyos de la zona.

La limpieza resulta difícil de conseguir, pues requiere autorización de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y de la Xunta. Además, cuando se detectaron altos índices de hierro, se planteó la construcción de un baipás para que el agua pasase directamente a la red sin entrar en el embalse, pero esa medida no se ha ejecutado todavía. En la pasada primavera, además, el gobierno local decidió que los vecinos no pagasen por los tres últimos meses del 2018 en compensación por las molestias que habían padecido durante varias semanas.