Denuncian la muerte por posible deshidratación de un hombre en una residencia privada de Lugo

M. C. / X. C. LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

La familia notificó el hecho ante la Fiscalía y la Xunta

21 feb 2018 . Actualizado a las 23:11 h.

Desnutrición y deshidratación pudieron ser causas determinantes en la muerte de un hombre de 74 años que residía en un centro de mayores privado de Lugo. Un familiar del fallecido interpuso una denuncia ante la fiscalía de Lugo para tratar de esclarecer lo ocurrido. También remitió un escrito a la Consellería de Política Social.

El hombre fue ingresado en el centro residencial Sanyres (actualmente Orpea) el 18 de noviembre de 2016 y permaneció en el mismo hasta el 25 del pasado mes de agosto que ingresó en el HULA. La hospitalización se produjo por problemas respiratorios con mal pronóstico.

El informe médico del centro hospitalario reseña que el paciente tuvo, desde el inicio, una mala evolución y que presentaba «un importante estado de deshidratación, acompañado de nutrición en los límites». Los médicos diagnosticaron neumonía y el paciente falleció seis días más tarde.

La denuncia presentada ante la fiscalía acompaña una serie de fotografías para acreditar «un evidente estado de descuido» del paciente. Tenía una capa de escaras en la boca y una lesión en la cara posterior del muslo izquierdo, como si se tratara de una rotura muscular. La familiar del fallecido que promueve la acción considera que la víctima no fue ingresada en el hospital «hasta que la situación era irreversible».

Notario en la residencia

Tras el fallecimiento, la familia se presentó en el centro residencial para pedir aclaraciones de lo sucedido y la razón del estado que presentaba la víctima. Indica la denuncia que el centro negó información, aduciendo que solo respondería ante el tutor del fallecido, pero este había muerto días antes. Ante esta situación fue enviado al centro un notario a principios de septiembre de 2017 y un médico que le atendió se negó a contestar cuestión alguna, según la familia.

No fue posible obtener una versión de la residencia donde ocurrieron los hechos porque, indicaron, la directora del establecimiento se encontraba fuera del mismo.

La familia expone en la denuncia que los informes que tiene en su poder reflejan el estado deficiente en que se encontraba el fallecido. Recuerda, además, la mermada capacidad para valerse y también para solicitar cuidados o atenciones. Había sido declarado incapaz debido a las secuelas derivadas de un accidente de tráfico que tuvo a los 28 años.

«Es clara la conexión entre su muerte y el deficitario estado en que se encontraba», dice la denuncia que alerta, además, del presunto silencio «de los responsables del cuidado y atención, negándose en rotundo, incluso ante notario, a dar información».