Arquitectos del Concello proponen un Garañón con casas «verdes»

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

El gobierno reclama a Patrimonio que diga lo que hay que tirar del polémico edificio

23 mar 2018 . Actualizado a las 10:12 h.

Cinco técnicos municipales de Lugo consideran que cualquier paso que se dé en el futuro en O Garañón ha de contemplar levantar, si fuera el caso, casas o edificaciones «verdes», ecológicas y sostenibles. Los técnicos indican en un informe que la Unión Europea habilita a las administraciones para imponer medidas en tal dirección. En el documento, los arquitectos entienden que es la Dirección Xeral de Patrimonio da Xunta la que ha de pronunciarse con claridad absoluta qué es lo que hay que derribar y mantener del polémico edificio, emblema del feísmo urbanístico de la ciudad. Esa petición tiene como finalidad acatar las sentencias judiciales que obligan a restablecer la legalidad después de más de una década larga de litigios. La alcaldesa y el gobierno local mantienen la propuesta de derribar el inmueble, pero actuando sobre seguro. Posiblemente algunas partes deban quedar en pie si Patrimonio entiende que no causan ningún tipo de perjuicio.

Los arquitectos, en su informe, advierten que no quieren dejar pasar la oportunidad de abogar por un desenvolvimiento urbano sostenible y recuerdan que eso es lo que persigue el Concello que consiguió una subvención del Programa Life para adaptación y mitigación del cambio climático que, apunta, ya es una realidad en Lugo. Destacan la necesidad de crear conciencia ambiental.

Pero para llegar a esa fase, parece que queda todavía mucho camino que recorrer. El último paso fue que el gobierno local puso a disposición de la oposición tres informes pedidos, Urbanismo, Enxeñería y a la asesoría jurídica para que opinen sobre como se ejecutan las sentencias que ordenan adaptar todo el conjunto a la normativa la legalidad.

Arquitectura considera que ha de ser Patrimonio señale con precisión absoluta, para que no hay lugar a interpretaciones posteriores, cuales son las determinaciones urbanísticas relativas a parámetros, volúmenes y ocupaciones del PERI que no pueden materializarse actualmente completa o parcialmente. En otras palabras: que diga lo que hay que tirar y lo que hay salvar. Los arquitectos apuntan, además, que en caso de derribo parcial, que se marque con exactitud el límite «claro e medible» para reponer la legalidad.

La asesoría jurídica recuerda que son tres las sentencias existentes. Todas ellas guardan relación con la ordenación y las infracciones urbanísticas en la denominada Unidade de Actuación CS-5. Los juristas dicen que esas tres sentencias han de ser abordadas de manera para evitar más perjuicios al interés público, pero antes deben solicitarse los informes que sean necesarios.

Para el lunes está convocada la comisión municipal del Garañón. Olga Louzao (Ciudadanos) dice que la alcaldesa «quere marear a perdiz para non tirar o Garañón».

Barbarie

O Garañón representa la barbarie urbanística interpretada por los organismos y políticos que dieron el visto bueno a unos pisos con vistas a costa de destrozar la vista de la ciudadanía de Lugo. Ahora, aunque lentamente, parece que empieza a imperar la necesidad de adoptar soluciones adecuadas para el solar que es de propiedad privada y por lo tanto, el dueño, puede edificar si se adapta a la normativa.

¿Qué hacemos con los viales? ¿También hay que demolerlos?

¿Hay que cargarse también los viales que fueron construidos para dar servicio a las torres de O Garañón? ¿Producen «apantallamento na paisaxe» como ocurre con otras construcciones según dice Patrimonio? En primer lugar, las obras de urbanización ejecutadas actualmente son un vial de conexión de las calles Rúas Garcia Portela, Xacobe III y Garañón, situado en la parte norte de la controvertida unidad de actuación.

El vial, según un informe de Enxeñería, está recogido en el PXOM de 1992. El ingeniero jefe del Concello dice no estar de acuerdo con que la calle produzca un «apantallamento na paisaxe». Recuerda que garantiza los servicios, tanto a la solución edificatoria aprobada como a cualquier otra que resulte de una demolición parcial de la edificación. El técnico no es partidario de la demolición total porque cualquier solución de urbanización definitiva en la zona precisaría de un vial de conexión con la parte urbana. Si hay que tirarlo todo, el ingeniero plantea que se reflexione cúando sería el momento más adecuado.