Para secar la ropa en algunos balcones será necesario pedir permiso al Concello

Xosé carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

El gobierno local dice que es una herramienta que elaboró durante 9 meses y con muchas consultas

21 abr 2018 . Actualizado a las 09:00 h.

La nueva ordenanza cívica que preparó en los últimos meses el equipo de gobierno del Concello de Lugo tiene bastantes más capítulos que los que hacen referencia al sexo sobre ruedas o a los clientes que reclaman servicios sexuales a mujeres que se prostituyen en la calle. Posee apartados llamativos como, por ejemplo, el referido a cómo colgar la ropa a secar. Quien viva en una casa sin patio de luces puede tenerlo complicado.

Mientras la oposición está en fase de presentar alegaciones, ayer la concejala de Economía recordó que la elaboración de la ordenanza se aprobó por unanimidad en un pleno. Desde eso, los socialistas pasaron nueve meses preparándola y durante este tiempo hicieron consultas a la Policía Local, los servicios jurídicos municipales también los sociales.

Estos son algunos de los capítulos a mayores de los relativos a la prostitución, los gorrillas y las pintadas.

ropa tendida

Prohibido hacia la calle. Este capítulo es el número 24 de la ordenanza. Prohíbe el tendido y exposición de ropas en balcones, ventanas, antepechos, terrazas exteriores hacia la vía pública o cuando sean visibles desde esta. ¿Qué ocurre si alguna persona vive en una casa que no tiene trastero o patio de luces interior? Podrá colgarla dentro del balcón, si es que el piso lo tiene, pero ojo, tendrá que pedir una autorización expresa al Concello. El que infrinja este precepto, y sea denunciado, pagará una multa de hasta 750 euros.

los manteros

Sin referencia. El texto no hace mención expresa a los manteros. Quedan incluidos dentro de vendedores ambulantes no autorizados. La normativa contempla sanciones para quien les compre mercancía .

Dice el documento que las conductas tipificadas como infracción se fundamentan en la protección de la salubridad, el uso racional y ordenado de la vía publica y la salvaguarda de la seguridad pública además, de la protección de las propiedades industrial e intelectual y la competencia legal en la economía de mercado y los derechos de consumidores y mercados.

Los ciudadanos no podrán colaborar con los vendedores ambulantes no autorizados con acciones como «facilitar el género o vigilar y alertar sobre la presencia de los agentes de la autoridad». Quien compre mercancía podrá ser sancionado con cantidades que podrían llegar a los 750 euros.

LOS MENÚS DEL DÍA

¿Se pueden anunciar en una pizarra? Esa pregunta la formuló ayer un empresario de hostelería. La respuesta es no si la pizarra lleva publicidad. La ordenanza no permite que se sitúe en la vía pública ninguna clase de mobiliario con propaganda. La multa prevista es de 750 euros porque el hecho está considerado como una infracción grave.

coches sin propaganda

Parabrisas limpios. Cuando entre en vigor la ordenanza, los conductores no se encontrarán con octavillas en los parabrisas de sus vehículos. No estará permitida su colocación. Además, los repartidores no podrán dejar propaganda fuera del recinto de la portería de los edificios, salvo los buzones. La colocación de pancartas en la vía pública y en los edificios solo será con autorización municipal. Dice también la futura normativa que los propietarios de los inmuebles cuidarán de mantener limpias sus paredes y fachadas de cualquier tipo de cartel o anuncio que no esté autorizado.

casas de citas

Punto polémico. Un punto polémico que podría generar problemas se refiere a la prohibición de las casas de citas o prostitución en pisos privados. La ordenanza responsabiliza de ello no solo al inquilino sino al arrendador, sin embargo este no puede conocer lo que ocurre dentro de su casa porque desde el momento en la que la alquila no puede acceder a su interior, expresaron ayer diversas fuentes.

colillas y chicles, caros

Multas severas. Los residuos sólidos de pequeño volumen tales como colillas apagadas, cáscaras, chicles, papeles, bolsas, envoltorios y similares deben depositarse en las papeleras, «y si se trata de materiales reciclables, se utilizarán los contenedores de recogida selectiva instalados en la vía pública». Tirar una colilla o un chicle es una infracción grave que se castiga con una multa de 751 a 1.500 euros. Depositar petardos, colillas encendidas o cigarros puros en las papeleras de la ciudad queda también prohibido.