Endometriosis: cuando el dolor de las mujeres es menos importante

maría m. guntín / s. v. LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

En Chantada hubo una campaña para concienciar sobre la endometriosis
En Chantada hubo una campaña para concienciar sobre la endometriosis ROI FERNÁNDEZ

Una de cada diez chicas en edad fértil padece la dolencia, que tarda entre ocho y diez años para ser diagnosticada

03 nov 2018 . Actualizado a las 00:38 h.

El sesgo de género llega hasta las camillas de los hospitales. La endometriosis es una enfermedad que afecta a una de cada diez mujeres que están en edad fértil y es la primera patología asociada a la infertilidad. Consiste en la implantación y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, especialmente en el peritoneo y en los ovarios. Es una dolencia inflamatoria de origen desconocida.

En cifras, hay 60.000 casos diagnosticados en Galicia, 9.000 de ellos con síntomas muy graves. Probablemente la cifra sumergida sea aún mayor ya que es una dolencia muy difícil de diagnosticar. La solución habitual de los médicos de atención primaria es recetar anticonceptivos orales e ibuprofenos. Pero muchas veces el problema va más allá.

Dolor de regla y síntomas

El dolor de regla no es normal como no lo es abusar de antiinflamatorios. Esta es la primera premisa para detectar la endometriosis lo antes posible. Aunque hay que tener en cuenta que, de media, el diagnóstico tarda entre ocho y diez años.

Este calvario puede ver la luz durante la menstruación, al tener relaciones sexuales y en el momento en el que algunas mujeres deciden tener hijos, y es que en la mayoría de los casos es entonces cuando tienen un diagnóstico de la enfermedad como resultado de la infertilidad.

El problema en torno a la endometriosis es que no hay un tratamiento idóneo para suprimir los síntomas, restaurar la infertilidad y evitar la progresión de la dolencia. El tratamiento se divide en anticonceptivos, ya sean orales o Dispositivos Intra Uterinos (DIU). El segundo método es recurrir a los analgésicos, algo habitual en los centros de salud en casos en los que el tratamiento es difícil.

Por último, una intervención quirúrgica, inexistente y sin implantar en toda Galicia. Hay muy pocos profesionales del sector especializados en el tema y es que, a pesar de afectar a la vida de miles de mujeres en Lugo y millones en todo el mundo, las enfermedades de las mujeres son silenciadas y normalizadas bajo el lema de que solo queda aguantar.

La dimensión psicológica y emocional es otro campo fundamental que permanece totalmente oculto. Lo que no se nombra, no existe. El primer paso es la visibilización. La depresión y la ansiedad, acompañadas de la incomprensión, son sensaciones habituales que sufren a diario las mujeres con endometriosis.

La fatiga y el dolor limitan el trabajo, el ocio, la sexualidad, el deporte y la vida social de cada una. Por lo tanto, la calidad de vida y las relaciones personales sufren directamente las consecuencias de esta enfermedad invisible, que marca la vida de muchas mujeres en el mundo.