El nuevo puente de Lugo lleva 7 años sin ser revisado porque nadie se hace cargo

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Carlos Castro

En este tiempo debería haber pasado 12 chequeos, según un informe del PP

17 ago 2018 . Actualizado a las 11:35 h.

No hay constancia documental alguna de que en los siete años que lleva funcionando el denominado puente blanco fuese revisado siguiendo el protocolo que marca el libro de inspección y mantenimiento. Eso ocurre porque ni Fomento, ni el Concello de Lugo quieren asumir la titularidad de la instalación. El PP, que dice que si alguien tiene el informe de las inspecciones llevadas a cabo ha de presentarlo, asegura que el responsable de esta falta de control es el Ayuntamiento en base a un protocolo de actuación que suscribió en 2014 Orozco con la ministra Magdalena Álvarez. Fuentes del gobierno local aseguran que ese documento no sirve para nada porque nunca se llegó a recibir la obra.

Antonio Ameijide, el portavoz del PP, dijo ayer que la infraestructura debería haber pasado a los cuatro años de vida una profunda revisión de las estructuras tirantes que aguantan de la plataforma, pero si se hizo no hay ningún tipo de documentación que lo acredite en el Concello.

LV

El libro de mantenimiento de la instalación establece que cada año es necesario realizar inspecciones. El edil popular dice que lo normal es que quedara documentación fotográfica y en imágenes que permitiera una comparación al año siguiente, sin embargo no se encuentra dato alguno que haga pensar que las revisiones fueron efectuadas.

Además, cada tres o cuatro años, el puente debe ser sometido a una serie de chequeos específicos, entre ellos el que determina si los cables que mantienen algunas estructuras tienen la tensión correcta. La inspección principal ha de ser cada diez años para comprobar, entre otras cuestiones, la tensión en los tornillos. También será preciso comprobar y documentar las soldaduras de uniones de los tirantes y del arco, así como los tubos de hierro.

Carlos Castro

La falta de atención, dicen los populares, conlleva a que en la actualidad ya haya muestras claras de que existe corrosión en algunos puntos como consecuencia de los restos de polen que nunca llegaron a ser limpiados y otro tipo de suciedad. Todos los detalles figuran en el manual de mantenimiento que indica que el sistema anticorrosivo está previsto para una expectativa de vida de unos quince años.

Ameijide tiene una copia del libro de revisiones y dijo que no tenía inconveniente en pasarle una a la alcaldesa para que conociese sus obligaciones. «A falta total de mantemento vese reflectida no día a día desta ponte xa que nos meses de choivas as balsas de auga son frecuentes porque as drenaxes están cheas de lixo xa que ninguén as limpa e iso que só e preciso utilizar un ferro ou un simple pau. Comprobamos tamén como hai un farol que ameaza con caer porque ninguén o repara e incluso son frecuentes os incendios nas rotondas de acceso porque non se roza a maleza», apuntó ayer el edil Antonio Ameijide.

El protocolo

El protocolo firmado entre Orozco y Magdalena Álvarez establece que el Concello es el titular del puente y de las vías de acceso y conexión. El documento recoge que la institución municipal lucense asume la responsabilidad de la conservación y explotación de la estructura.

Dice el protocolo que la red de carreteras del estado en Lugo incluye 14,6 kilómetros que fueron absorbidas dentro del núcleo urbano de la ciudad.