El busto de Juan Montes merece un entorno más cuidado

LUGO CIUDAD

CARLOS CASTRO

Vecinos de San Roque critican el enfoque de los trabajos de jardinería, reclaman más limpieza y alumbrado de la iglesia

22 oct 2018 . Actualizado a las 14:26 h.

Qué le pasa al parque de San Roque que, pudiendo ser una de las mejores zonas verdes urbanas, luce tan poco? La preguntan la responden con rapidez algunos residentes en esta parte de la capital lucense, que tienen un amplio catálogo de quejas, que es, a la vez, una lista de sugerencias de lo que, a su juicio, debe ser modificado en este parque.

Lo primero que señalan es el tamaño alcanzado por algunos de los árboles. Y es cierto que son realmente grandes. Se aprecia fácilmente al comparar su altura con la de las farolas. Algunos tienen además un ramaje muy espeso. Así, indican los autores de las quejas, sacan vista a los edificios más próximos y dejan prácticamente oculto el busto del compositor Juan Montes. Quizá por eso hay en Lugo ciudadanos que quieren que el citado busto vuelva a su emplazamiento inicial en el centro urbano.

Si hay algo que tiene muy enfadados a algunos de los vecinos de San Roque es el seto/puente o seto/túnel que hay al inicio del parque por el lado de la Muralla. El trabajo de jardinería, en sí mismo, no es cuestionable, pero sí lo es el uso que algunos hacen de tal túnel: urinario. Por ello, sugieren a los maestros de la jardinería que busquen otro diseño para este grande y tupido seto. Y hablando de orines, indican que es preciso más trabajo del personal de limpieza en el entorno de la iglesia y del museíllo municipal. Por un lado, para combatir las consecuencias olorosas del uso como mingitorio de las paredes del templo y del museo; por otro, para eliminar las pintadas.

El templo, la capilla de San Roque, es otro de los motivos de queja de algunos vecinos de San Roque y de su entorno. Una mujer se pregunta qué tiene la iglesia de San Froilán para que esta tenga alumbrado ornamental desde hace ya muchos años y la capilla de San Roque, no. Cree que el templo tiene méritos suficientes como para que el Ayuntamiento, la Xunta o la propia Iglesia doten a su fachada y elementos más destacados de iluminación ornamental.

En la lista de mejoras urgentes en esta zona verde de la capital lucense, hay dos relacionadas con la calle Ramón Montenegro. Por un lado, la necesidad de reparar el muro de contención. No es que peligre ni mucho menos su estabilidad, pero la imagen que ofrece no se corresponde con la que debería desearse para esta parte de Lugo.

A la citada calle dan las escaleras del parque de San Roque. Es evidente que ni el servicio de limpieza ni el de jardines se toman el trabajo de barrer con la frecuencia necesaria la arena que cubre los pasos de la escalera, ni de mejorar aquellos que lo necesitan. Ni unos ni otros se encargan de librar de maleza el pretil, pasamanos o lo que sea, de esta escalera.