El corazón que bombea la sangre del HULA

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

Juan Carlos González Juanatey, tienes raíces familiares que se reparten entre Lugo y Noia, y a ambos lugares dedica una parte de su vida

23 oct 2018 . Actualizado a las 20:48 h.

«Me encanta la cardiología y me gusta hacer las cosas bien». Con ese pragmatismo resume Carlos González Juanatey su función como jefe del servicio de Cardioloxía del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA). Desde hace diez años él es el corazón que hace bombear la sangre de un complejo inaugurado en el 2011, un regalo que le ha permitido moldear a su gusto un departamento que ha mejorado exponencialmente en los últimos años incorporando áreas de trabajo y personal hasta el día de hoy: «Ahora podemos competir con cualquier hospital del mundo».

El 2011 fue un año clave para el cardiólogo porque fue el de la mudanza al HULA, permitiendo a los servicios asistenciales del centro dar un salto cualitativo. El reto de coordinar todos los cambios que conlleva un nuevo hospital le llegó a González Juanatey justo veinte años después de licenciarse en la Universidade de Santiago de Compostela. «Fue un cambio radical, una transformación total casi de repente. Pasamos de un conjunto de edificios antiguos que tenían grandes limitaciones a un gran complejo y el planteamiento es totalmente distinto, desde el punto de vista estructural y también asistencial al incorporar nuevas áreas. Ahora tenemos servicio de hemodinámica, electrofisiología cardíaca, unidad de reanimación, rehabilitación cardíaca... Antes no teníamos nada de eso».

El aumento de trabajo también implica el incremento de los recursos humanos que debe coordinar, una responsabilidad enorme, sí, pero que no le amedrenta: «Un cambio de hospital se vive muy pocas veces en la vida profesional y estoy encantado y agradecido porque ha permitido el desarrollo del nuestro departamento. Ser el jefe es un reto diario, y un privilegio».

Punto de encuentro

A estas alturas, a muchos les sonarán los apellidos del jefe de Cardioloxía del HULA y los habrán relacionado con su hermano, su homólogo en el Clínico compostelano, y con Noia, localidad de origen de su madre y a la que sigue volviendo en vacaciones y muchos fines de semana. «Aunque nací en Santiago tengo muchos vínculos con Noia y Barbanza y sigue siendo el punto de encuentro familiar», explica. Añade que sus raíces por parte de padre están en la provincial lucense, y reconoce que posiblemente eso influyó de alguna forma en su decisión de centrar su carrera profesional en Lugo, donde recaló en 1998 después de completar el MIR en el hospital de Las Palmas: «Tuve la posibilidad de irme a cualquier otro sitio, pero opté por quedarme aquí».

Cuando se le pregunta si tiene la sensación de que a menudo se valora más a los profesionales que desarrollan su carrera fuera de Galicia que a los que eligen quedarse, lo tiene claro: «Es cierto que muchas veces se valora más de lo fuera que lo propio, y es importante salir, pero en nuestro ámbito tenemos a profesionales muy valiosos que se han formado aquí y que trabajan en nuestro sistema sanitario, que es reconocido en todo el mundo. Podemos competir con cualquiera».

Además, el hecho de trabajar en un lugar no supone estar aislado ni dejar de lado la producción científica: «Tengo un grupo de investigación en el que hay gente de todo el mundo trabajando y publicando con nosotros. Yo estoy en Lugo, pero estoy en el mundo, y también compito en el mundo para conseguir recursos para mejorar mi servicio».

Sociedad gallega

Desde la capital lucense, Carlos González Juanatey llegó a la presidencia de la Sociedade Galega de Cardioloxía, un cargo que ocupó hasta el pasado mes de junio, y también tiene una presencia importante en la Sociedad Europea de Cardiología como miembro de diversos grupos de trabajo. Fue también presidente de la Fundación de Investigación de Lugo.

Su labor, y la de sus servicio, no se ocupa solo de la atención a los pacientes, sino que también tienen una gran importancia la docencia y la investigación. El HULA ha logrado la acreditación para formar a residentes de cardiología -los primeros llegarán el próximo año- y destaca por su producción científica: «Participamos en varios ensayos clínicos y tenemos líneas de investigación propias».

Pero más allá de los logros y del prestigio, de lo que se siente más orgulloso es del resultado de su trabajo: «Para mí lo más importante es el retorno que tenemos de los pacientes, que ellos estén orgullosos y bien tratados y que sientan la transformación de la asistencia cardiológica».